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El músculo de Ford


Casi sin proponérselo, Ford se encontró con un automóvil de trascendencia mundial que sacó a la empresa de problemas económicos y la proyectó hacia fuera de los límites territoriales con un producto que el mercado mundial reclama aún hoy con los ojos puestos en la memoria de aquel GT390 de 1968 que protagonizó el film Bullit.





Por Esteban Soldano. En los primeros años de la década del 60 Ford decide lanzar un modelo de escala europea orientado inicialmente al mercado femenino de cuatro plazas, descapotable, desarrollado a partir de la base del Fálcon americano. Un comienzo tímido, si cabe la expresión, no tan lógico para el mundo del automóvil americano y de proyección inesperadamente deportiva, aún que si de líneas simples y seductoras. Un proyecto liderado por el empresario número uno de la empresa en aquellos días, Lee Iacocca, iniciativa que rescataría a la empresa de los apremios financieros por los que atravesaba. 
Lo cierto es que revisando la historia del Mustang, los planes de Iacocca pueden leerse desde el comienzo de la existencia del modelo hasta el final, aunque no deja de ser sorpresa su extraordinario rendimiento y diseño con el que el bueno de Lee no sólo se ganó el reconocimiento de Ford sino también una sentida despedida que volvió a poner a la empresa en riesgo con el rediseño mal orientado de su producto Premium que no conformó al mercado consumidor del óvalo. 
El Mustang fue el modelo más exitoso desde el Ford modelo A, es la tercera saga de Ford más antigua, cuyos modelos han sufrido numerosas transformaciones hasta llegar a la actual sexta generación. 
Concebido como un vehículo del segmento D. Fue introducido al mercado en abril de 1964, dio origen a una nueva clase de vehículo estadounidense denominado pony car, un coupé deportivo con largo capó delantero y corta parte trasera. Ha tenido entre sus máximos rivales al Chevrolet Camaro de GM, el Javelin de AMC, el Dodge Challenger, y el renovado Plymouth Barracuda de Chrysler. 
También Ford debe resolver en aquellos días el vacío que empieza a dejar el Thunderbird a comienzos de los años 60, cuando comienza a perder atractivo y una franja muy importante de sus clientes que busca un heredero de ese modelo que tan hondo había calado a los seguidores de la marca. 
En 1961 Lee Iacocca vicepresidente de Ford Motor Company fundó el Comité Fairlane, el cual el punto de reunión era el mismo, el hotel Fairlane, la cual era para iniciar la búsqueda del auto casi perfecto. Como punto de partida, el coche debía ser más ligero comparado con vehículos pesados de 2 toneladas que se usaban en esa época, tenía que ser sencillo, económicamente accesible, y con todas las comodidades típicas de un vehículo de clase media, por lo tanto debía tener, asientos individuales. Regularmente, para atraer la mayor cantidad de público posible, este auto debería tener todas las opciones disponibles de accesorios, tipos de carrocería, color del coche, motor, transmisión manual o automática, etc. Las piezas de transmisión y suspensión no tuvieron que crearse de cero sino que simplemente se adaptaron al nuevo chasis. 
Ante la enorme cantidad de variantes del nuevo modelo, no hubo el tiempo suficiente para crear una base mecánica relativamente nueva. Varios elementos del chasis y suspensión fueron recuperados del Ford Falcon, y algunas otras partes de otros más modelos de la marca. Terminado los trabajos de diseño, se comenzó una labor de mucha importancia: el famoso marketing o mercadotecnia. Una forma de promoción fueron las "fotos secretas" del modelo a prueba, que aumentaron notablemente el interés por conocer el nuevo diamante de Ford. De esta manera se lanzó el Ford Mustang 64 1/2 durante la Feria Mundial de Nueva York el 17 de abril de 1964. 
Sin embargo, los máximos mandatarios de Ford querían ver al Mustang compitiendo, ajustándose a la célebre frase de Iacocca, "el domingo ganamos, el lunes vendemos". Para ello se recurrió a Carroll Shelby . Así surge el fastback como un tercer tipo de carrocería para el Ford Mustang en 1965. Es el fastback sobre la cual se crea el Shelby GT350. Con Carroll Shelby al frente del programa de carreras de Ford, se hicieron famosas las distintivas bandas blancas que cruzaban a sus coches azules modificados como el también famoso Ford GT40 de los primeros años. 
El debut del Mustang Shelby GT350 fue en enero de 1965. Y tiene su primer éxito en competencias tan solo un mes después al ganar su primera carrera en Green Valley, Texas. En noviembre de 1966, Shelby lanzó el legendario Mustang Shelby GT500. Pero en 1967 surge un modelo que solo se fabricaría lo que restaba de ese año y 1968, un fastback exteriormente mejorado con la cola algo más corta y rediseñada con llantas de aleación oscuras, virola pulida y bulón central. El modelo era el GT390 que se usó para la película Bullit, primera película donde lleva a cabo una persecución por las calles de una ciudad (San Francisco) y en la misma el Mustang es conducido por Steve Mc Queen en persona, el protagonista del film. El éxito de taquilla es impresionante y la seducción del auto verde oscuro metal es inmediata donde de pronto todo el mundo habla de él, y ese el Mustang que todos recuerdan. 
Para febrero de 1970, y tras la caída en la venta de automóviles de competencia de la línea Ford-Shelby, Ford concluye el contrato con Carroll Shelby. 







Ford Mustang GT 390 1968 "Bullit" 





En el diseño estaba involucrado un sexteto integrado por Philip T. Clark, Charles H. Phaneuf, Don Kopka, Joe Oros, David Ash y Gayle L. Halderman, su debut cinematográfico, pocos lo recuerdan estuvo en una escena de Dedos de Oro donde un modelo descapotable tripulado por una chica se interpone en el camino de James Bond y su Aston Martin DB5. Pero el gran suceso, el que el mundo no puede borrar de sus retinas es el GT 390 verde oscuro usado para la película Bullit. 
Estaba equipado con un motor V8 390 con una cilindrada de 6392 cc de posición delantero que arrojaba una potencia de 325hp a 4800rpm con un torque de 578 Nm a 3200rpm. La transmisión se daba con una caja manual de cuatro velocidades llegando la potencia al piso a través de tren trasero. Suspensión independiente en el tren delantero mientras que de barra en el trasero. Los frenos delanteros de disco y de tambor en las ruedas traseras. La distancia entre ejes es de 2,74mts. Dimensiones: Largo: 4.66 metros, Ancho: 1.80 metros, Alto: 1.31 metros. Peso: 1251 kilos. 
La velocidad máxima es de 193 km/h. La aceleración de 0 a 100 km/h en 6.3 segundos. 
Para la película se usaron dos, pero cuando terminó de rodarse el más dañado fue destruido aunque hay quienes sostienen que alguien lo salvó de la compactadora y años después se lo encontró en Baja California, que de acuerdo a números de serie resultó ser uno de los dos usados en la película. Mientras el otro, el más cuidado, fue vendido a un empleado de la Warner Brothers quién en 1970 lo vendió a quién cuatro años después se convertiría en su actual dueño de Nueva Jersey. 
Los usados para la película fueron especialmente preparados por el veterano conductor y modificador de autos, Max Bakchowski, quien entre otras cosas, modificó los coches para resistir las pruebas a las que serían sometidos.
Steve McQueen intentó persuadir al dueño, pero el actor-corredor murió en 1980 y nunca pudo comprarle el Mustang. Recientemente una compañía cinematografica hizo una oferta al propietario del Mustang para su uso en una película, oferta que el dueño, nuevamente, volvió a rechazar. 
Las pocas imágenes que se logran encontrar del Bullit son réplicas, una de ellas, (la Réplica Oficial), es propiedad de Dave Kunz, un fiel seguidor de la película que modificó su Mustang Fastback a tal punto de exactitud, que inclusive se le considera la Réplica Oficial más exacta al modelo original. 
El sobreviviente oficial estuvo en una Granja del Valle de Ohio, donde un chequeo arroja: 
Que es el Mustang de Bullit original, pues el VIN y distintos números de Serie lo confirman. En cuanto a su estado actual, la pintura se encuentra levemente oxidada y algunas piezas de la carrocería están comenzando a deteriorarse, cuenta con 66.000 millas recorridas, el interior, en buen estado, la transmisión sigue en su posición original, pero se dice que los engranajes fueron reemplazados por unos Hurst, el embrague al parecer esta roto, los rines originales aún los tiene, solo que las tuercas se encuentran oxidadas. Todos estos detalles, podrían costar más de 15.000 dólares para una restauración importante.
Hay algunas anécdotas como que durante la filmación el director pedía velocidades de 120 a 130 km/h para las persecuciones, pero los coches, (incluso los que montaban las cámaras), alcanzaron los 175 km/h. Algunas acrobacias eran hechas por el mismo Steve McQueen, pero las más peligrosas, eran hechas por el veterano conductor Bud Ekins. 
Dos veces la Ford ha "Revivido" al Bullit, una vez en el 2001 y la áltima en el 2008. 
La secuencia en la que el protagonista, Steve Mc Queen como el teniente Frank Bullit conduce hábilmente y con sobrada clase el Ford Mustang GT390 persiguiendo a los dos asesinos que van en un Dodge Charger R/T, son algo más de 10 minutos de pura adrenalina. Esta escena es considerada, como la mejor persecución de autos en Hollywood, (aún por encima de sagas como 60 Segundos, Fast & Furious, The Italian Job, etc). 
La película Bullitt con música de nuestro Lalo Schifrin ganó un Oscar al mejor montaje (Frank P. Keller) y fue candidata al mejor sonido. Aquella joya mecánica y emblema de uno de los modelos con mayor trascendencia del siglo XX, reapareció en enero de 2018, en ocasión del Salón del Automóvil de Detroit, en la conmemoración del 50 aniversario del film compartiendo escena con el nuevo modelo de Mustang color verde oscuro denominado "Bullit".


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