Con una nueva recuperación del 2,3% respecto al evento anterior, el precio medio de las negociaciones se situó en 3.388 dólares/tonelada, "alcanzando el nivel más alto desde julio de este año", destacó en un informe el Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA).
Entre las categorías negociadas, "a diferencia del último evento, no todas se enfrentaron a reajustes positivos en sus precios". La leche en polvo descremada fue la única categoría que se enfrentó a una caída, pasando por un retroceso del 1,3% frente al evento anterior, siendo negociada en una media de 2.620 dólares/tonelada.
Por otro lado, "la leche en polvo entera se mantuvo en su trayectoria alcista y pasó por otro avance, del 2,9%, alcanzando el valor promedio de negociación de USD 3.207 / tonelada, también el nivel más alto para la categoría desde julio / 23".
La manteca y los quesos registraron las mayores variaciones positivas del último evento, del 9,9% y el 6,9%, respectivamente, con la manteca negociada en promedio por $ 5.458/tonelada, el nivel más alto desde agosto de 2022, y los quesos por $ 4.265/tonelada.
El volumen negociado siguió cayendo
Con un total negociado de 27.379 toneladas negociadas, el último evento registró la quinta caída consecutiva en el volumen negociado, quedando un 7,4% por debajo del resultado obtenido en el evento anterior, además de estar también por debajo del volumen negociado en el mismo período de los últimos años.
"Uno de los principales factores relacionados con estas subas en los precios internacionales es la expectativa del mercado de menor oferta mundial de lácteos el próximo año", analizó el OCLA, "como consecuencia de los recortes en los pagos a los productores por la leche producida en este segundo semestre de 2023, que incluso afectó a los principales exportadores de lácteos del mundo". Además, se suma al mayor número de descartes de vacas que se han producido en algunos países, como Estados Unidos y Argentina.
"En Estados Unidos, uno de los tres mayores exportadores de lácteos del mundo, es posible observar una caída en el número de vaquillonas para reposición en la cadena lechera, debido a la competitividad con la cadena de carne, generando así dificultades en el crecimiento de algunos tambos en el país".