Es un hecho que el transporte público da pérdidas en cualquier lugar del país que se analice y Rafaela no es la excepción. Esto se agravó en los últimos meses con el brutal recorte de fondos recibidos por parte del gobierno nacional y la quita de subsidios al transporte.
Aún en ciudades de escala media como la nuestra hay consenso en mantener el servicio, aunque sea deficitario. porque de otra manera muchas personas no pueden desplazarse a cumplir con sus trabajos, estudios, obligaciones.
Un ejemplo de este esfuerzo es el sostenimiento del boleto educativo, aprobado por ordenanza en nuestra ciudad, que permite que muchas y muchos estudiantes accedan a un derecho tan importante como lo es poder llegar a sus lugares de formación y estudio.
Es imposible pensar en una mejora del servicio, aumentar la frecuencia de recorridos, modernizar las unidades, si es solo el Estado local municipal quien asume los costos del déficit para un funcionamiento básico.
El municipio afronta con su presupuesto las pérdidas que genera este servicio, en tanto que la Nación utiliza el presupuesto de todos los argentinos para cubrir el déficit de los costos del transporte de Capital Federal y Gran Buenos Aires. Esto es claramente discriminatorio.
Rafaela paga de manera doble; por un lado el transporte local con su presupuesto y por otro el de Buenos Aires mediante subsidio cruzado. Porque a la Nación contribuimos todos y es más que significativo el aporte de Rafaela mediante diversos tributos.
El gobierno nacional avanza y retrocede en este tema. Primero le quitó los subsidios a todas las provincias y ahora se los restituye a los porteños, en lo que entendemos un claro acto de demagogia electoral y política. Es indudable que las elecciones del año que viene empiezan a tallar en las decisiones que se toman. Y que no vinieron a terminar con “la casta” sino a reproducir muchas de sus prácticas.
Tenemos así una realidad desigual e injusta: un boleto mínimo de 370 pesos en Capital Federal y el AMBA y de 1200 pesos en Rafaela. Pero el Gobierno de Milei decidió enviar 20 mil millones de pesos mensuales de subsidios para evitar aumentos en el AMBA mientras el resto del país tiene los boletos más caros por el recorte de fondos.
Es inadmisible esta injusticia y falta de equidad de trato con las provincias. Esperamos que el gobierno nacional recupere la senda del federalismo y gobierne de una buena vez para toda la ciudadanía argentina.