En la previa del encuentro que mantendrá con la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (Ceea), el flamante ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, les anticipó a los representantes de las provincias que forman parte del Consejo Federal Agropecuario (CFA) cómo será el esquema que piensa implementar el Gobierno para "aflojar" el cepo a las exportaciones de carne vacuna.
Una fuente que participó de la reunión, realizada este martes por la mañana, señaló que la intención de la Casa Rosada es levantar el cepo a la carne, pero de forma "administrada". Es decir, de una manera gradual, permitiendo el envío al exterior de más toneladas, pero sin alcanzar el tope de la capacidad que podrían embarcar los frigoríficos locales.
En concreto, lo que tiene diagramado el Gobierno es autorizar, en los últimos tres meses, la faena de unas 140 mil vacas de conserva para exportación.
Es un planteo que en el contexto de restricciones, tiene algo de lógica: es carne que no se consume en el mercado interno y que es la que demanda China, principal comprador de carne vacuna de Argentina.
Efecto inflación
La habilitación no será total, según deslizó Domínguez, porque temen una "estampida" en los precios. El último trimestre del año, por factores estacionales de oferta de hacienda y consumo elevado por el inicio de los meses de calor y las fiestas de fin de año, suele ser el momento más inflacionario para la carne en Argentina.
Por ende, el Gobierno teme que una reapertura total de las exportaciones signifique más combustible para que exploten los precios.
Los últimos dos meses, con cepo y los valores de la carne que al menos se estabilizaron o hasta perdieron valor en algunos puntos del país, son una carta que exhiben las autoridades para sostener su hipótesis.