En un contexto con múltiples adversidades donde coexistieron la peor sequía de los últimos años, crisis económica y una extendida incertidumbre política, el fondo logró levantar 1 millón de dólares con 50 inversores de 9 provincias diferentes e invirtió en 6 startups de primer nivel junto a los mejores fondos del continente. Una bocanada de aire fresco que invita a pensar en el desarrollo de la agroindustria de la mano de la tecnología, la innovación y los emprendedores argentinos.
La iniciativa surgió en uno de los programas de Aapresid donde productores y empresas del agro buscaban alternativas para diversificar sus carteras y encontraron en las startups que desarrollan soluciones tecnológicas para el agro una gran oportunidad. Estas empresas emergentes cuentan con modelos de negocios escalables a nivel global y pueden llegar a valer cientos de millones de dólares en pocos años, como lo hizo Bioceres por ejemplo, fondeada en sus orígenes por productores y empresas 22 años atrás. Sin embargo, estos crecimientos exponenciales llevan consigo riesgos que no permiten garantizar un éxito absoluto. “Para disminuir ese riesgo el fondo nos facilita a los inversores invertir en una cartera de empresas, o como decimos en el medio rural -los huevos en distintas canastas- sabiendo que varias de ellas es probable que no escalen, pero las que lo hacen pueden devolver varias veces el capital invertido”, expresó Roberto Santos, uno de los 16 co-fundadores.
Lucrecia Salgado, otra de sus co-fundadoras y Líder de Innovación de Bayer Latam, resalta: “para darle solidez al proyecto buscamos aliados estratégicos como Endeavor, la red de emprendedores de alto impacto más grande del mundo y el estudio jurídico líder en la industria de Venture Capital, Tanoira Casagne. Ambas organizaciones nos ayudaron a armar una propuesta que agregue valor a emprendedores e inversores, con una tesis de inversión que contemple los aprendizajes y experiencias de esta industria”. En ese sentido Innventure co-invierte con fondos de reconocida trayectoria en talento argentino, en equipos de emprendedores calificados que desarrollan tecnologías para la cadena agroalimentaria, con validación previa y modelos de negocios de proyección internacional. Para esta tarea cuenta con un comité de inversión de excelencia donde destacan Carlos Becco (referente Agtech), Fernando Vilella (Secretario de Bioeconomía de la Nación), Alejandro Larosa (Fyo y Agrofy) y otros representantes de Endeavor y Aapresid (entre ellos su Marcelo Torres, su presidente).
“Más allá del posible retorno de la inversión tenemos un compromiso con el desarrollo del país y el sector agroalimentario. Tenemos emprendedores de primer nivel y sentimos la responsabilidad de apoyarlos. Estos proyectos no se pueden desarrollar si no es por la inversión privada. Hoy con más información y con este tipo de fondos, está en nosotros la decisión de apostar nuestro capital a que surjan más Bioceres, guardamos los dólares bajo el colchón o los enterramos en inmuebles”, afirmó Sebastián Bordenave, otro cofundador con procedencia del movimiento CREA.
Innventure, en tan sólo un año, logró invertir en 6 startups: Eiwa, Deep Agro, Sensify, Silo Real, Zoom Agri y Satélites On Fire y tiene aprobada una séptima inversión. Estas empresas conforman actualmente una cartera de inversiones diversa y potente, todas se encuentran creciendo a buen ritmo, algunas exponencialmente, vendiendo su tecnología a clientes de diferentes países, incluso a empresas multinacionales líderes, con muy buenas probabilidades de lograr importantes revaluaciones en su próxima ronda.
Ahorrar hasta el 90% de herbicidas con aplicaciones selectivas, detectar incendios de forma inmediata en campos y bosques, digitalizar y valorizar activos del agro, procesar millones de datos en tiempo real, analizar la calidad de granos de forma automática, monitorear y trazar la cadena de frío de los alimentos o, es posibles gracias a los desarrollos de estas empresas. “Son tecnologías que permiten potenciar la cadena agroalimentaria, aportando soluciones innovadoras, donde productores y empresarios no solo podemos ser los destinatarios, sino también inversores. Además nos diversificamos, nos vinculamos, aprendemos sobre nuevos negocios”, describe Agustín Galleano, inversor y co-fundador.
Por su parte, Mayco Mansilla, CEO de Innventure destaca la misión que tienen por delante que va más allá de seguir levantando capital e invertir en startups. “Buscamos contribuir al cambio cultural en el sector agropecuario desde la perspectiva financiera y la forma de hacer innovación abierta. Este tipo de inversiones en fondos de venture capital es relativamente nuevo en Argentina, en comparación al desarrollo que llevan en EEUU, Israel o Europa, y más aún en el agro. En estos tiempos, vincularse con las nuevas tecnologías no es una opción, es una necesidad si queremos seguir siendo competitivos. Este vehículo ayuda a vincularse de forma colaborativa e inteligente. “Si el sector destinara solo el 1% de lo que genera en inversiones de Venture Capital se podrían impulsar 2 mil empresas por año que desarrollen tecnologías para mejorar la cadena y exportarlas al mundo. Soñamos y trabajamos por ese futuro.” agrega Mansilla.
En la reunión de balance realizada este 19 de diciembre, los inversores manifestaron con gran satisfacción sentirse protagonistas de su propia revolución tecnológica “del agro para el agro” y expresaron una notable conformidad por el desempeño de este primer año, siendo conscientes que más allá del potencial retorno están invirtiendo en proyectos de alto impacto.
A pesar de las distintas crisis que sufrió nuestro país, el campo siempre dió el paso al frente y esta vez no parece ser la excepción. Iniciativas como Innventure nos hacen pensar en un “gran salto al frente” a partir del efecto multiplicador de la tecnología y la innovación sobre la reconocida pujanza del sector y las grandes oportunidades globales que significan la creciente demanda de alimentos y la necesidad de revertir los efectos del cambio climático.