Después del frustrado plan de fuga que intentó protagonizar el viernes pasado el condenado capo narco Esteban Lindor Alvarado, que pretendía ser sacado en un helicóptero Robinson 44 del penal federal de Ezeiza durante un recreo, el fiscal provincial Luis Schiappa Pietra, que lo acusó por asociación ilícita, por el crimen de un prestamista y por lavado de activos -causa por la que recibió prisión perpetua el año pasado-, afirmó que "no es un nene malo", sino "el producto de la complicidad estatal con el crimen organizado".
"La investigación sobre la fuga que hizo la Procunar, el Servicio Penitenciario Federal y el Ministerio de Seguridad de la Nación fue efectiva e impresionante. Pero no me llama la atención de Alvarado, porque tiene una estructura que pudo desarrollar al amparo de la mirada estatal. Nosotros demostramos que su asociación ilícita empezó en 2012, con él preso en Campana, y la finalizamos (a la causa) en 2019, con el homicidio de Lucio Maldonado. Ya desde 2013, tanto para la Justicia provincial como para la Justicia federal, estaba visibilizada la banda de Alvarado y nadie hizo nada", sostuvo en diálogo con Aire de Santa Fe.
Schiappa Pietra, que lidera la Agencia de Criminalidad Organizada del Ministerio Público de la Acusación de Rosario, explicó que a nivel dirigencial "nadie tomó nota de lo que pasó en el juicio provincial de Alvarado". "Ahora preocupa que se quiera fugar en helicóptero. Y sí. Estaría bueno que esa preocupación se traduzca en la toma de decisiones políticas fuertes", comentó.
Para el fiscal, el crecimiento de la estructura criminal de Alvarado tiene una estrecha relación con contactos políticos y policiales. "Acá hay que hablar de política. No podemos ocultarlo. No sé a quién le interesa Alvarado, o cuánto le interesa a muchos de los políticos de Santa Fe. No lo tengo claro. No sé si es más una declamación 'pour la galerie' o una preocupación institucional político-criminal. En el juicio de Alvarado se demostró la connivencia estatal, de gente que trabajaba para el gobierno de Santa Fe. Y nadie tomó cartas en el asunto", declaró.
En ese marco, Schiappa Pietra enfatizó que durante el juicio provincial por asociación ilícita se ventiló un audio donde Alvarado le pidió a su abogado que lo ayude Alejandra Rodenas, ex jueza y actual vicegobernadora santafesina. "Dijo: 'Que me dé una mano la Rodenas', y nadie dio una discusión sobre eso. Alvarado trabajaba con un sector de Drogas Peligrosas que se recluyó en el departamento San Lorenzo. Se abrió el teléfono de un policía de ahí (Gustavo Spoletti), donde habla con el senador provincial Armando Traferri y el senador le dice que tenía que proteger a esa gente. Y ese senador hoy integra la junta de seguridad", apuntó.
"Santa Fe lo que tiene es una crisis política terrible, que le ha dificultado la toma de decisiones estratégicas y conscientes y eficaces en materia de seguridad pública. Alvarado no es un nene malo, es el producto de la complicidad estatal con el crimen organizado", remarcó.
El fiscal también recordó que Alvarado, desde Rosario, "manejaba parte de la Policía de toda la provincia". A modo de ejemplo, recordó que "Luis Quevertoque, el jefe de la División Judiciales de la Policía que investigó a Los Monos, fue condenado como miembro de la banda de Alvarado".
"En el juicio provincial mostramos imágenes que Alvarado bajaba avionetas con droga en los años 2014 y 2015, y también las relaciones que tenía con la Justicia federal", concluyó.
De acuerdo a la intervención del juez federal Ernesto Krepak y los fiscales Diego Iglesias y Cecilia Incardona, Alvarado en los últimos seis meses comenzó a planear su fuga, que buscaba ejecutar el viernes pasado. Por el avance de la investigación fue requisada la celda del capo narco. También se hicieron allanamientos que culminaron con los arrestos del piloto de helicóptero Andrés Alcides Donet en el Aeródromo Gualeguaychú, Entre Ríos, y de Gianluca Orpianessi. Fuente: Infobae