Culto Católico

El consuelo de Dios es una paz más fuerte que la prueba


Continuando con su catequesis sobre el discernimiento, Francisco explicó hoy el significado de la consolación espiritual, "una experiencia profunda de alegría interior".





"¿Qué es consolación espiritual? Es una profunda experiencia de alegría interior que permite ver la presencia de Dios en todo, fortalece la fe y la esperanza, así como la capacidad de hacer el bien. Vivir esta alegría interior es un gran don para la vida espiritual y para toda la vida", explicó el Papa Francisco en la catequesis de la audiencia general del miércoles 23 de noviembre.
Continuando con el ciclo sobre el discernimiento, el pontífice se centró en el tema de la consolación espiritual. "La persona que vive la consolación no se rinde frente a las dificultades -señaló-, porque experimenta una paz más fuerte que la prueba. Se trata por tanto de un gran don para la vida espiritual y para la vida en su conjunto".
"La persona se siente envuelta en la presencia de Dios, siempre de una forma respetuosa con la propia libertad", dijo a continuación. "Nunca es algo desafinado, que trata de forzar nuestra voluntad, tampoco es una euforia pasajera".
El Santo Padre animó a los fieles a fijarse en la consolación de los santos, como la paz de San Agustín cuando hablaba de la vida eterna con su madre Mónica, o la paz que sentía San Ignacio al leer las vidas de los santos.
También habló de la paz de Santa Teresa de Jesús y animó a imitar su inocencia y consolación, que la empujó con dulzura y espontaneidad a obrar el bien.
"La consolación tiene que ver sobre todo con la esperanza, mira hacia el futuro, pone en camino, consiente tomar iniciativas hasta ese momento siempre postergadas, o ni siquiera imaginadas".
Además, subrayó que "la consolación espiritual no es controlable, no es programable a voluntad, es un don del Espíritu Santo: permite una familiaridad con Dios que parece anular las distancias".
"Es así como la consolación te empuja a ir hacia adelante y a hacer las cosas que en tiempo de desolación no serías capaz de dar ni el primer paso. Esto es lo bonito de la consolación", dijo el Papa.





Distinguir las falsas consolaciones





El Santo Padre advirtió que la falsa consolación "puede convertirse en un peligro si la buscamos como fin en sí misma, de forma obsesiva y olvidándonos del Señor".
"Nosotros debemos de buscar al Señor, y el Señor con su presencia nos consuela, nos hace andar hacia adelante. No buscar a Dios para que nos traiga la consolación, esto no funciona. No debemos ser interesados en esto", pidió el Papa.
"También nosotros corremos el riesgo de vivir la relación con Dios de forma infantil, de buscar intereses, de reducirlo a un objeto para nuestro uso y consumo, perdiendo el don más hermoso que es Él mismo".
Por último, el Papa dijo que "vayamos adelante en nuestra vida, que va entre la consolación de Dios y la desolación del pecado y del mundo".
"Pero sabiendo distinguir cuando es una consolación de Dios que llega hasta el fondo del alma y cuando es un entusiasmo pasajero, que no es malo, pero no es la consolación de Dios".


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