Este proyecto, que ha sido cultivado durante una década, es dirigido por la terapeuta holística Susana Figueroa. Cada año, deleita con el plegamiento e instalación de más de 1000 grullas, con un propósito claro: sensibilizar y hacer conscientes del valor fundamental de la paz.
En esta ocasión, se colgaron un total de 18.437 grullas. Cada una de ellas fue una colaboración de diversas instituciones y de los residentes de la ciudad, quienes, a través del plegamiento de cada grulla, compartieron sus historias personales.
Además de colgarlas, cada individuo formuló sus peticiones y plegarias, añadiendo un pedido especial de esperanza y unidad.