Cultura

Día Nacional del Teatro


Por Juan Carlos Ceja. El Día Nacional del Teatro se celebra en homenaje a la fundación del "Teatro de la Ranchería" el domingo 30 de noviembre de 1783, que fue el primer espacio donde se representaron piezas dramáticas en el Buenos Aires colonial; un incendio lo destruyó. La celebración se lleva a cabo desde 1979, por iniciativa del Instituto Nacional de Estudios de Teatro (INET) y mediante el Decreto N°1586 del Poder Ejecutivo Nacional.
El 30 de noviembre también se celebra El Día del Teatro Independiente instituido en 2010 en conmemoración a la fundación del "Teatro del Pueblo", considerado el primer teatro independiente de Buenos Aires y de América Latina. Fue fundado por Leónidas Barletta en 1930, generando un movimiento cultural de resistencia de muy amplia repercusión.
El "Teatro de la Ranchería" estaba ubicado en las actuales calles Perú y Alsina, en un predio que había sido anteriormente alojamiento de negros y un depósito de productos de las Misiones Jesuitas. Ese lugar era conocido como "la ranchería", por esto el teatro, denominado en la época como "Casa de Comedias", "Corral de Comedias" o "Coliseo de Comedias", pasó a conocerse como el "Teatro de la Ranchería".
La ciudad de Buenos Aires fue designada a partir de 1776 capital del Río de la Plata; desde entonces tuvo un crecimiento importante y surgió público para las diferentes manifestaciones artísticas y culturales. Hacia 1783 las representaciones teatrales eran aisladas, gratuitas, pero costeadas por ciudadanos de la elite porteña.
El Virrey consultó al Cabildo la conveniencia de la instalación de un teatro, para "proporcionar al considerable pueblo, que ya tiene esta Capital, alguna onesta (sic) diversión pública". El Cabildo dio su aprobación, observando que "se procure, si es posible, que en la concurrencia para la diversión se evite la mezcla de los dos sexos y que (...) no se exponga al público sin sujetarse primeramente a la censura, porque a la verdad hay algunas que retratan con tan vivos colores los sentimientos del corazón corrompido, que hacen estrago y relajan las costumbres". Entonces, el virrey Vértiz dispuso que las representaciones continúen de forma paga y que los fondos se destinen a la Casa de los Niños Expósitos
Esto fue el desencadenante de la fundación del "Teatro de La Ranchería".
El edificio fue considerado provisional, a la espera de una locación definitiva que nunca ocurrió. La estructura era semejante a la de los corrales españoles. Estaba compuesto por un amplio galpón de paredes de madera -algunos afirman que de ladrillos asentados en barro- cubierto con techo de paja. 
La iluminación se realizaba mediante velas de sebo, colocadas en el contorno de la sala, a ambos lados del escenario y en dos arañas pendientes del techo. El escenario se iluminaba con velas ubicadas en las candilejas, detrás de la tabla de madera colocada por orden del Virrey para ocultar a los espectadores los pies de las actrices. 
Los papeles de mujeres los representaban hombres hasta que las chicas se fueron animando. En aquel contexto cargado de prejuicios, se asimilaba el oficio de actriz al de prostituta.
Los espectadores se dividían entre los bancos de madera ubicados en el patio, los palcos a ambos lados y la cazuela destinada exclusivamente a las mujeres. Esta división de sexos en el público era otra de las grandes preocupaciones de Vértiz que debía ser controlada por los alcaldes, estableciendo a los palcos como el único espacio que podían compartir hombres y mujeres. 





«Siripo», de Manuel Lavardén. Fuente: Alternativa Teatral.




El precio de las localidades variaba según su ubicación, la entrada general era de dos reales para los blancos y de uno para los negros.
El elenco del "Teatro de la Ranchería" estaba integrado por "gentes, todas que jamás habían visto teatro". Los dos principales papeles de dama eran representados por hombres. Completaban el staff dos apuntadores, un guardarropas, cuatro cobradores, cuatro peones de tablas, un carpintero, dos peluqueros -uno para hombres y otro para mujeres-, el maestro compositor Antonio Aranaz y su orquesta formada por nueve músicos (cuatro violinistas, un bajón, dos oboes y dos trompas).
Durante el carnaval de 1789 se estrenó "Siripo", una tragedia en cinco actos de Manuel José de Lavardén; se la conoce como la primera obra de autor criollo estrenada en Buenos Aires.
El jueves 16 de agosto de 1792, durante la celebración de fiestas patronales, un cohete, disparado desde el atrio de la iglesia de San Juan Bautista, impactó sobre el techo de paja del galpón. La sala ardió por completo llevándose, entre otras obras, el primer manuscrito de "Siripo" y toda la historia de nuestro primer teatro.
El "Teatro de la Ranchería" al ser el primero que funcionó con continuidad en el Virreinato del Río de la Plata, tuvo un rol importante en la formación de los primeros autores, actores y público del teatro nacional.
Los datos del presente escrito proceden de diversas fuentes.


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