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"Día Nacional del Escribano": una fecha que evoca la fundación de la Unión del Notariado Latino

El escribano es un profesional del derecho que ejerce una función pública por delegación del Estado. Esto significa que los documentos que redactan, y los actos y contratos jurídicos y comerciales en los cuales intervienen deben ser auténticos. Esta tarea de dar seguridad jurídica y de ser imparciales (a diferencia de los abogados, que toman partido por un cliente) se resume en la conocida frase: "Doy fe". El 2 de octubre es el día elegido para conmemorar el "Día Nacional del Escribano".
Lex est quodcumque notamus. La frase corona el dibujo del águila, el libro de protocolo y la pluma de ganso, elementos que conforman el emblema de los escribanos. La frase está en latín, significa "La ley es también lo que notamos" y es el lema que representa a los notarios que responden al derecho latino.
En la Argentina, para ser escribano público hay que, primero, recibirse de abogado y, después, someterse a un concurso de oposición y de antecedentes. A partir del año 2001, con la sanción de la Ley Orgánica Notarial N° 404, que regula la función de los escribanos en la Ciudad de Buenos Aires, los exámenes de idoneidad (escritos y orales) para adscripción o titularidad se volvieron más rigurosos.
Hay quienes llegan a rendirlos en más de siete oportunidades. Dos veces al año, un promedio de quinientos abogados se presentan a rendir estos exámenes, luego de haber superado un curso de práctica notarial. Cuando se obtiene la matrícula de escribano, se debe renunciar a la de abogado.
Existen colegios escribanos en cada provincia, así como también en la Ciudad autónoma de Buenos Aires. Pero, ¿Por qué se celebra el día del escribano hoy 2 de octubre?

2 de octubre, "Día Nacional del Escribano"

El 2 de octubre se celebra la creación de la Unión Internacional del Notariado Latino (UINL), una organización que nuclea a todos los notariados latinos del mundo.
El Primer Encuentro Internacional del Notariado Latino se realizó en Buenos Aires, el 2 de octubre de 1948. A la reunión, surgida a instancias del escribano José Adrián Negri -por entonces presidente de Colegio de Escribanos- asistieron setecientos sesenta representantes de dieciocho países América y Europa regidos por el derecho latino.
En este congreso, cuya sesión inaugural se llevó a cabo en el Colegio Nacional de Buenos Aries, se gestó la formación de la unión de notariados. La fecha de la creación de la UINL es, desde entonces, el día del escribano en la Argentina.
Promover, coordinar y desarrollar la actividad de los notarios en el ámbito internacional para la integridad e independencia como profesionales del Derecho constituyen los objetivos de la UNIL. Estos objetivos quedaron plasmados en 1950, cuando se realizó el Segundo Congreso Internacional del Notariado Latino, en Madrid, España.
La UINL, cuya sede administrativa se encuentra en Buenos Aires, mantiene representantes en diversas organizaciones internacionales, como por ejemplo, la oficina de las Naciones Unidas, de Nueva York y Viena; organismos internacionales, en Génova; el Alto Comisionado para los Derechos del Hombre, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR) y la Comisión para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
En la actualidad, la presidencia de la UNIL está a cargo de una argentina, la escribana Cristina Armella.
"El mejor regalo en nuestro día es que la sociedad cuente con herramientas más ágiles y seguras en la contratación cuando concurre a un escribano. Y dar respuesta a todos los que solicitan nuestro servicio. De esta manera, cumplimos con nuestro deber de dar transparencia, confianza y agilidad en la contratación, valores que hoy se imponen como una necesidad para mejorar la calidad de vida", dice Rita Menéndez, secretaria del Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires.

Las mujeres, a la cabeza

Seis de cada diez profesionales que ejercen la función notarial son mujeres. Ese dato surge de un relevamiento realizado en 2019 por el Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires y coincide con lo que sucede a nivel nacional: de unos ocho mil escribanos que hay en la Argentina, el 60% son mujeres.
El porcentaje muestra a las claras cómo las mujeres han logrado torcer la historia y ser mayoría en esta profesión. Yendo hacia atrás en la historia, el Código Civil de Vélez Sarsfield establecía, por ejemplo, que las mujeres casadas no podían ejercer el notariado ni ser testigo en actos notariales. Pero eso cambió en 1896, en San Luis.
Allí, Isaura del Carmen Quiroga de Ponce se convirtió en la primera mujer en conseguir un título habilitante. En 1926, con la sanción de la Ley de Derechos Civiles de la Mujer y luego de sucesivas presentaciones judiciales, una sentencia de la Corte Suprema de Justicia le permitió a María Eugenia Rosales de Gauna el acceso a un registro notarial en la provincia de Buenos Aires.
En Capital Federal, la primera mujer escribana fue Zoe Bialet Laprida, en 1932. Gracias a la Ley N° 24.012 de Cupo Femenino sancionada en 1991, Rita Menéndez se convirtió en la primera presidente mujer de la Fundación del Colegio de Escribanos. En 2013, María Cecilia Herrero de Pratesi se convirtió en la primera presidente el Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires.
Teniendo en cuenta que, en los dos últimos años, las mujeres han duplicado a los hombres en la totalidad de las juras que se celebran en el Colegio de Escribanos de CABA, las proyecciones indican que la cifra de mujeres aumentará en favor de las mujeres en el futuro.

Reconocimiento especiales día del escribano

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