El profesor Guillermo Sáenz ilustra con sabiduría el camino recorrido por nuestros hombres y mujeres en búsqueda de la Soberanía Nacional. "Cuando se inician todas las luchas por la organización política del Estado, estas luchas se prolongan bastante en el tiempo, desde el año 16, en que fuimos un país independiente, hasta el año 53. Y en ese largo período las provincias quedaron organizadas, pero formando una suerte de Confederación de Provincias, no había Gobierno Nacional. Y en ese concierto, el gobernador de Buenos Aires, que era Juan Manuel de Rosas, ejercía la representación de las relaciones exteriores, pero por delegación expresa de las provincias, no es que se había apropiado. Las provincias, como no había Gobierno Nacional, delegaban en rosas esa representación. En 1845, hacia fines del año 45, se produce la famosa batalla de la Vuelta de Obligado, el 20 de noviembre".
¿Por qué se produce esa batalla? Porque, en realidad, "La batalla de la Vuelta de Obligado es un episodio que está vinculado con la expansión imperialista de las grandes potencias europeas y, fundamentalmente, de Inglaterra, aunque el bloqueo lo hace Inglaterra y Francia. Inglaterra estaba ya en ese medio de siglo XIX, viviendo una gran expansión industrial, estaba intentando expandirse en busca de mercados, que absorbieran sus mercaderías y también para obtener materias primas. Por lo tanto, Inglaterra sostenía el principio de que había que dar libertad para navegar los ríos interiores argentinos. Esa es la idea. Y se encontraron con un escollo, que era el Gobernador de Buenos Aires, Rosas, que había puesto una política económica más fundada en la protección de la industria argentina, el famoso proteccionismo. Con lo cual, no es un dato menor decirlo a esto hoy en la Argentina y decirlo en relación con todo un proceso histórico. Esa tensión entre la economía librecambista y una economía que tienda a defender la producción propia es una tensión que nos va a acompañar y nos sigue acompañando hoy en la Argentina. Rosas había puesto una ley, la ley de aduanas del año 1935, que no prohibía la entrada de los productos extranjeros, pero los grababa con muy altos impuestos, de modo que el mercado interno se orienta a consumir la producción argentina o rioplatense. Evidentemente, eso era un escollo para la ambición británica que decía libertad y déjenme entrar y yo navego donde quiero. Y el 20 de noviembre, una escuadra anglo-francesa, muy potente militarmente, entra por el río Paraná. Un grupo de militares comandados por Lucio Mansilla se organizan cercano a la localidad de San Pedro, ahí está obligado, se arman con una dotación bastante menor de soldados y de lanchones y lo que hacen básicamente es colocar cadenas en el río Paraná, de una costa a otra. Eso ahora está mucho más claro que del otro lado, en la costa entrerriana, también hubo una célula militar más chica que es la que sostenía. La batalla empezó a la madrugada, lo creo que ocho horas dicen los historiadores, a las tropas rioplatenses les significaron cerca de 250 muertos y más de 400 heridos, infinitamente más que las tropas anglo-sajonas que creo que pudieron contabilizar 26 muertos o 27 muertos y que por supuesto siguieron, logran a pesar de la resistencia valiente de los argentinos, los rioplatenses, las tropas siguen, entran y los contabilizan como una victoria. Y acá al final está lo que puede ser una paradoja".