En una serie de allanamientos realizados entre la madrugada y la noche del viernes cayó preso Joel Abel Zacarías, (27) hijo de David Delfín Zacarías, condenado por narcotráfico y lavado de activos. La investigación fue realizada por la Fiscalía Federal 2 de Rosario; el Juzgado Federal 4 de Rosario a cargo de Marcelo Bailaque y la colaboración de la Procunar y efectivos de Prefectura. Ahora surgen los pormenores de lo que fueron los 24 procedimientos concretados. En ellos se detuvo a 10 argentinos y 1 colombiano y se secuestraron unos 7 kilos de clorhidrato de cocaína, 26 kilos aproximadamente de Cannabis Sativa -plantas, “ladrillos” y cogollos- 18 teléfonos celulares vinculados a la causa, 2 motos, 4 automóviles, 3 armas de fuego, municiones de diversos calibres, 1 máquina de contar billetes, molde para prensa hidráulica y 2.000.000 millones de pesos y 3000 dólares. A lo largo de la investigación se manejó la hipótesis de que Joel Zacarías sería el presunto proveedor de droga de una organización que opera al menudeo desde marzo del año pasado en Granadero Baigorria, en la ciudad de Santa Fe y en las localidades de Suardi, San Guillermo y Villa Trinidad.
A la par se realizaron distintas requisas en la cárcel de Coronda, donde se presume que están alojados dos reclusos sospechados de dar órdenes a la estructura bajo investigación. Uno de ellos es Néstor Fabián Godoy y el otro Ariel Sommer, ambos alojados en el pabellón 1. Durante más de un año la investigacion giró en torno a esta banda.
En la tarde de este sábado los detenidos fueron indagados en el juzgado y prefirieron guardar silencio, por lo que permanecerán´ en prisión preventiva hasta el momento de su procesamiento, lo que sucederá en unos 10 días hábiles.
En una intervención telefónica el juzgado pudo determinar que en una operación realizada el año pasado se habrían perdido dos kilos de cocaína, merced a un operativo que realizó personal policial de civil en el límite de Rosario y Granadero Baigorria. Esta cocaína decomisada representaba un costo de pérdida de 8.500 dólares para la banda. En esa intervención salió a la luz el nombre del proveedor, quien sería Joel Zacarías. Este hombre estaba en prisión domiciliaria por cuestiones de salud, pero fue condenado en diciembre del año pasado a 4 años y 6 meses de prisión por lavado de activos -se terminó unificando en 7 años y 6 meses con una causa anterior-, en un expediente que tuvo como principal sindicado a su padre, que recibió una pena de seis años de cárcel y una multa económica de 40 millones de pesos.
Un hecho a destacar es que Joel Zacarías se movilizaba en una Honda XR 125cc. que está registrada a nombre de Jésica “Fea” González, la pareja del condenado sicario Claudio Javier “Morocho” Mansilla.
La pérdida de dinero para la banda está calculada en $ 214.000.000 y participaron en los operativos más de 2 centenares de efectivos, aproximadamente 50 móviles, canes antinarcóticos con sus respectivos guías, brigadas de inteligencia criminal e investigaciones 7 grupos especiales para irrupción de las Agrupaciones “Albatros” y “Guardacostas”.
Detenido el 5 de septiembre de 2013 en Funes, Zacarías cumple una condena a 16 años de prisión confirmada en el mes de abril por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Al ser detenido los policías incautaron “unos 300 kilos de pasta base y clorhidrato de cocaína ya procesado, alrededor de 1.300 litros de precursores químicos, dinero en efectivo, divisas extranjeras y seis vehículos. Además, descubrieron “un sofisticado laboratorio de producción de cocaína que contaba con una secadora importada de grandes dimensiones, como también una envasadora de vacío presumiblemente para embalar panes de cocaína destinados a la exportación”, según detalló en ese entonces el fiscal a cargo de la causa, Juan Patricio Murray. Luego les adjudicaron más vehículos, cocheras y propiedades a nombre de ellos y de terceros.
Esto era un desmesurado crecimiento patrimonial de Zacarías y su familia. Los cuatro miembros: Delfín, su esposa Sandra Marín y sus hijos Flavia y Joel fueron acusados de introducir en el circuito legal el dinero obtenido en el negocio de la producción y comercialización de cocaína. Los bienes fueron 45 vehículos; veinte cocheras en un edificio del microcentro de Rosario; departamentos; lotes en San Lorenzo, Funes y Roldán, y cuentas bancarias. Fuente: La Capital