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Debate: "Nos merecemos darnos como generación nuestra propia Constitución"

Mariano Bär es abogado constitucionalista de la ciudad de Santa Fe. En un mano a mano con diario CASTELLANOS, y con sólidos argumentos, abordó la temática que viene siendo "agenda" (al menos en el ámbito político) de la provincia: ¿Es necesaria una reforma de la Constitución de Santa Fe? La necesidad de un debate profundo y no a libro cerrado.
-Comenzamos con una pregunta abierta ¿es necesario reformar la Constitución en Santa Fe?
-Soy de los que comparten una vieja idea de Thomas Jefferson sobre constitucionalismo que contrapone dos miradas: la Constitución de los vivos y la de los muertos. Una Constitución no es como una ley: tiene un procedimiento mucho más lento, dificultoso, necesita más consensos. Tiene un órgano específico, la Convención Reformadora. Todo esto hace que la Constitución sea un texto rígido. Muchas veces las generaciones actuales están atadas a concepciones que tenían las pasadas y que hoy ya no se comparten al menos en su totalidad. Esta idea de uno de los "fundadores" de Estados Unidos, concluye que cada generación tiene que darse su propia Constitución. Entonces, lo primero que te diría, es que sí, estamos hablando que la última reforma fue hace 60 años. Nos merecemos darnos como generación nuestra propia Constitución. Más con los cambios sociales, culturales, económicos y tecnológicos que hubo en la sociedad. Es necesario rediscutir en Santa Fe la distribución del Poder, que es lo que hace principalmente una Constitución provincial.
-Me detengo en ese concepto: distribución de poder
-Te diría más. Una reforma, por más que los discursos quieran adornarla con que es para incorporar nuevos derechos, existe una parte de la Constitución que se llama Derechos y Garantías: las prerrogativas que tenemos los individuos frente al Estado ya están reconocida por la Constitución Nacional. Y una provincial no puede ir a contramano. No está mal incorporarlas, pero ya están reconocidas. Entonces esencialmente lo que hace una Constitución provincial es distribuir la organización de su Poder, que es la segunda parte: la organización del poder del Estado. Allí vamos a discutir cuáles son los lineamientos básicos de nuestro Poder Judicial, Legislativo y Ejecutivo. Es lo que hay que reformar. Más allá de que está muy bien rediscutir todo el texto. Pero qué va a pasar con el Gobernador, su reelección, si los presidentes comunales pueden seguir gobernando a través de una comisión comunal, o que sus mandatos sean por dos años. Si los legisladores pueden ser reelectos, si al Poder Judicial lo tiene que administrar la Corte Suprema, o se tiene que crear un Consejo de la Magistratura.
Ninguna de las cuestiones que se decida en la Convención Constituyente le cambiará la vida automáticamente a ningún vecino. Tampoco una vez que se sancione y se jure la nueva Constitución. Pero sí hay algo muy importante en las sociedades: es la Justicia en el diseño de sus instituciones. Eso termina repercutiendo en los estándares de vida de todos nosotros como sociedad. Es un camino lento, que pasa desapercibido, pero la salud institucional siempre redunda en beneficio para todos.
-Se habla de "un Pacto de Olivos a la santafesina".
-La legislatura tiene que ser amplia y generosa por dos razones. Primero, fue electa hace ya un año. Hay un desgaste de legitimación propio. El contexto cambió, las consideraciones políticas de la sociedad también. La nueva convención tiene una legitimidad mucho más próxima, representa mejor la distribución política de la sociedad en ese momento. Entonces, ¿qué mejor que la convención, para discutir determinados temas? La Legislatura tiene que hacer una ley de necesidad de reforma amplia. Por ejemplo: habilitar la discusión para la incorporación de un Consejo de la Magistratura dentro del Poder Judicial. Otra cosa es que la ley habilite la incorporación del Consejo para que sea el encargado de administrar el presupuesto del Poder Judicial, seleccionar los jueces… que la convención decida qué alcance y qué límites le da a cada uno de esos temas.
-Recién se refería a algunos puntos a reformar, ¿cuál es su mirada?
-Personalmente no estoy convencido de un Consejo de la Magistratura como administrador del Poder Judicial, creo en buscar un sistema de elección de magistrados menos arbitrario. Poder Ejecutivo: tiene que haber reelección y la convención decidir si será a partir de este mandato. La extensión de los mandatos de los presidentes comunales no está en discusión, al igual que la autonomía municipal. Ver los alcances que se le va a dar. Estamos obligados a hacerlo por la Constitución Nacional de 1994. Creo que hay que constitucionalizar figuras como el Defensor del Pueblo, el Ministerio Público de la Acusación, el Servicio Público Provincial de la Defensa Penal, limitar las reelecciones de los intendentes, no así la de los legisladores porque su función es distinta.
-Poder Legislativo: ya comentó su visión sobre reelección. ¿Fueros, unicameralidad? 28 diputados para la primera minoría…
-La interpretación que se hace de la Constitución de Santa Fe, tiene una vuelta de rosca más que la que se considera en el ámbito nacional. No quiere decir que tengamos que adaptarnos. Esta organización del poder es una de las cuestiones que las provincias no delegaron. Tenemos autonomía para decidir cómo funcionan nuestras instituciones. Creo que está mal que el fuero sea tan amplio en la provincia que impida la formación de causa penal y el seguimiento de un proceso penal a los fines de determinar si un legislador ha cometido un delito. No se puede determinar su inocencia. No está mal llevarlo a un esquema similar al nacional que permite que avancen las causas judiciales contra los legisladores. Respecto a la unicameralidad me parecería definitivamente un grave error. La diversidad económica, geográfica, cultural, social de Santa Fe hace necesario que haya herramientas para pelear en este federalismo interno. En un sistema unicameral, por más que haya elección por distrito, se diluye. Creo que hay que modificar algunos sistemas de funcionamiento como la doble revisión de leyes.
Respecto a los 28 diputados se tiene que eliminar definitivamente: sistema de listas semicompletas. Los regímenes electorales y políticos nunca pueden ir separados. Hoy con boleta única no hay ninguna motivo que lo justifique. En su momento el ganador de la categoría Gobernador tenía sus 28 diputados porque iban en la misma boleta, pegados en la boleta sábana.
-Quedaron varios temas para continuar dialogando, doctor…
-Me parece que sería interesante plantear el modo en que se elegirán a los 69 convencionales constituyentes, que es el número que establece la Constitución. Se deberían elegir en una sola boleta, por distrito único, como se eligen a los diputados provinciales con un sistema de reparto proporcional, un sistema d'hondt, que no le garantice a ninguna fuerza política una mayoría automática, sino una distribución proporcional de los votos.

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