Especiales

De la Pampa salvaje a una tierra de oportunidades

Marcelo Lombardo, Jefe de Gabinete local.

"Era solo la Pampa salvaje. Con anhelo de paz y de hogar". Así como comienza nuestra hermosa canción, fueron los comienzos de nuestra querida Rafaela.
Han pasado 110 años desde que se declarara oficialmente como Ciudad luego de un proceso transformador que nunca se detuvo.
No es casual entonces que Rafaela sea tomada como una ciudad modelo en el país y el mundo. Tal vez una de las tantas variables explicativas sea la enorme visión y la fuerza de cada uno de sus habitantes, con el foco puesto en el hacer.
Rafaela es una ciudad que hace, que va hacia adelante con un ritmo constante e imparable. Es una energía que siempre se está moviendo hacia algo más, hacia algo mejor. Que busca superarse.
Ese es nuestra marca distintiva, que nos enorgullece y que siempre nos lleva a pensar y buscar la superación constante.
Como Gobierno, somos parte de este ADN pero también tenemos la enorme responsabilidad de cumplir con las expectativas y las demandas de la ciudadanía.
Siempre creímos en la importancia de continuar con el acelerado ritmo evolutivo de la ciudad, acompañado con una planificación territorial que sea cimiento para el crecimiento con desarrollo. La ciudad crece y con ella también aumenta la necesidad de obras, de políticas sociales, educativas y culturales que complementen este gran proceso de transformación.
Como Jefe de Gabinete y como parte el equipo de Gobierno de Luis Castellano, siento orgullo al ver cómo va cambiando la fisonomía de la ciudad con las obras; incluso algunas enormes y que no se hubieran podido llevar a cabo sin el acompañamiento del Gobierno nacional y provincial, como la autopista de la Ruta 34 o la construcción del Nuevo Hospital. El enorme trabajo que se lleva a cabo en cada rincón de la ciudad en materia de obras públicas no tiene precedentes y permitirá que Rafaela pueda dar un gran salto de calidad.
Si bien las obras son lo que más se ve, no se pueden dejar de mencionar las políticas públicas más importantes que hacen que Rafaela sea un lugar de oportunidades para vivir, crecer y desarrollarse. Hoy muchos jóvenes y muchas familias deciden venir a la ciudad para formarse y/o trabajar, para tener la chance de un futuro mejor. En el marco de este gran proceso de desarrollo no sólo las obras crecieron, sino también las casas de altos estudios, que hoy albergan a más de 8 mil alumnos que tienen una enorme potencia creativa y laboral.
A dos años de la pandemia se han podido incluso recuperar indicadores de producción y empleo a valores previos al 2020. A pesar de las dificultades económicas de nuestro país, la ciudad sigue creciendo también en su fuerza laboral. Y eso sin dudas viene de la mano de otra de las cualidades que tenemos los rafaelinos y rafaelinas: nuestra enorme capacidad de resiliencia.
A poco tiempo de la parte más compleja de la pandemia no sólo se ha salido adelante, en gran parte gracias a los dispositivos de vacunación, sino que rápidamente pensamos en volver a crecer. En este sentido, es necesario poner en valor el enorme potencial que tenemos cuando nos unimos. Desde las políticas públicas sanitarias y toda la contención que se brindó a la ciudadanía, dan cuenta de que cuando lo público y lo privado actúan mancomunadamente, sin distinciones ideológicas o partidarias, siempre gana la ciudad.
Por eso, en estos 110 años de aquellos primeros comienzos, y también adentrándonos en un año electoral, el llamado es a seguir construyendo esta tierra de progreso y oportunidades. Sin distinciones, con el norte puesto en el bienestar de cada uno de los ciudadanos que habitan este suelo. Solo así Rafaela podrá seguir en este camino de desarrollo y oportunidades. Haciendo futuro para cada uno de sus habitantes.

Autor: Marcelo Lombardo|
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