El origen de la palabra Veterinario, tiene como acepción más generalizada en el latín, en la Roma antigua, donde se la usaba para identificar a quienes se ocupaban de las dolencias animales.
La palabra que provendría de la raíz latina Vetus (viejo) y citaría al especialista que se ocupaba por entonces de las "bestias de carga o viejas", o que se encontraban imposibilitadas de prestar servicio, militar, transporte o carga. Otros autores la dan como naciendo del vocablo veterien: "amigo de las bestias de carga" y si es amigo será quien las atienda.
Mas allá de cualquier consideración la palabra veterinario siempre debería estar acompañada de la palabra médico ya que médico como palabra es originaria de "medea": el que atiende o trata y si atiende o trata a bestias de carga por carácter transitivo lo hará con otros animales o sus relaciones.
Todos estos argumentan de un modo irrefutable que no significa "el que se ocupa de las bestias de carga", sino el que practica la medicina del ganado o animales enfermos.
En Argentina hay 25.000 veterinarios
En la Argentina hay actualmente más de 25.000 profesionales veterinarios que ejercen esta tarea a diario, en las distintas y maravillosamente diversas facetas de su labor.
Perros, gatos, vacas, toros, caballos, caprinos, pollos y animales silvestres, laboratorios, salud pública, alimentos, elaboración de medicamentos, etc. No importa la especie o el área de acción hay un veterinario para cada una de ellas.
Hay médicos veterinarios trabajando en la pureza del agua que bebemos y médicos veterinarios en las secciones de criminalística de muchas policías argentinas, el médico veterinario está presente desde el primer vaso de leche que tomamos hasta el último vaso de agua que clausura la jornada.
En cada alimento hay un médico veterinario presente y su accionar se manifiesta sin duda desde el afecto de nuestro animal de compañía hasta la salud pública como parte fundamental de ella.
Cinco rasgos que todo veterinario necesita
Estudiar una licenciatura en Medicina Veterinaria es un compromiso importante con el objetivo final de una carrera gratificante como veterinario. Si bien es importante tener una afinidad por el tema, también deberás verificar si tienes algunos de los rasgos clave que to harían adecuado para el trabajo. Hemos centrado nuestra mirada en la medicina veterinaria y algunos de los rasgos clave que es importante tener como aspirante a veterinario.
Ojo para los detalles
Estudiar Medicina Veterinaria y ejercer como veterinario requiere un gran nivel de detalle y la aplicación de habilidades de observación. Deberás poder evaluar a un animal utilizando herramientas de vigilancia, examen y diagnóstico. Aquí es donde los detalles se vuelven importantes cuando se evalúan en combinación con tu conocimiento académico y clínico.
Estar orientado a los detalles significa que puedes percibir los signos sutiles que dan los animales, como miedo, agresión y dolor.
Comunicación y habilidades sociales
Como veterinario, conocerás a una amplia variedad de personas y partes interesadas durante tu trabajo. Desde tus colegas clínicos hasta los dueños de animales, tener la capacidad de establecer una buena relación y comunicarse de manera efectiva es muy importante. Puedes encontrarse en situaciones presurizadas o estresantes que exigen una comunicación clara, concisa y precisa. Las personas necesitan sentirse tranquilas y saber que un animal está en buenas manos.
Conocimiento profundo de la materia
No hay escapatoria. Para ser veterinario, debes tener una excelente comprensión del tema y estar preparado para desarrollar sus conocimientos. La ciencia veterinaria no es un campo estático y el avance de la tecnología significa la ventaja de mejores diagnósticos y tratamientos. Esta es también una de las razones por las que en la mayoría de los cursos de medicina veterinaria en la universidad tendrás un elemento de colocación profesional como parte de tu título.El conocimiento técnico también es crucial, ya que necesitarás utilizar maquinaria y equipo para ayudarlo en su trabajo.
Habilidades clínicas
Como veterinario, realizarás exámenes en animales de todos los tamaños, utilizarás equipo científico, realizarás tratamientos de emergencia y realizarán procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos. Esto requiere tanto conocimiento como un enfoque hábil.
La empatía es fundamental
Dejamos lo más importante para el final. Tener un amor genuino por los animales es fundamental. Cuando decimos animales, no sólo nos referimos a gatitos peludos. Los animales no siempre son lindos y tiernos, por lo que debes estar preparado para algunas situaciones complicadas. Ponerse en la piel del animal y actuar con amabilidad es primordial.
También debes poder ser empático con los dueños de animales. A veces, el tratamiento veterinario puede resultar angustioso o preocupante para los propietarios. Lo ideal es construir una relación de confianza basada en la empatía. Este enfoque puede tener un efecto positivo en su entorno laboral general, mejorando las relaciones y los resultados del tratamiento. Nunca subestimes el significado de una palabra amable o una sonrisa tranquilizadora.