Locales

"Cumplimos una tarea esencial y estamos más que orgullosos"


El cumpleaños de este 7 de noviembre tiene para el Sindicato de Luz y Fuerza de Rafaela una significación especial, toda vez que se inician 12 meses muy intensos para definir y ejecutar acciones y proyectos que permitan celebrar, el 7 de noviembre de 2022, los 75 años de vida, las Bodas de Brillantes del Sindicato. "Este aniversario es muy especial porque marca el inicio de nuestro año 75 de vida institucional. Es una gran responsabilidad conducir una organización sindical con tanta trayectoria, que además nuclea a trabajadores que brindamos un servicio fundamental para el desenvolvimiento de la vida en el siglo XXI. Por eso también estamos muy contentos de poder mostrar a los afiliados el fruto del esfuerzo conjunto y solidario de los trabajadores a través de los servicios que brindamos. Nos sentimos muy respaldados y unidos y esta pandemia que condicionó tanto nuestras vidas nos mostró que podemos salir adelante tirando todos hacia el mismo lado, como lo estamos haciendo", dice Sebastián Beccaría, quien el 15 de octubre último –luego de un proceso electoral con un calendario alterado precisamente por las restricciones de la pandemia- fue reelecto al frente de la Comisión Directiva del Sindicato por un nuevo período.
Parte de ese gran respaldo proviene de la conducción de la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza. Guillermo Moser y Alfredo Romero, secretario y subsecretario general respectivamente de la FATLyF, junto al rafaelino Enrique Ruppen, subsecretario de Finanzas de la Federación, compartieron el corte de cintas de las últimas obras inauguradas. Beccaría agradeció "esa presencia personal de nuestros máximos representantes, que vinieron a acompañarnos y nos gratificó enormemente que lo hicieran, porque hemos sido parte de luchas históricas de nuestra Federación y tanto Guillermo como Alfredo son compañeros que interpretan cabalmente el sentido federal de nuestra organización nacional".









Al pie del cañón





Los trabajadores de la EPE y de las cooperativas eléctricas nunca dejaron su puesto esencial: las prestaciones estuvieron garantizadas ciento por ciento y el sistema de salud, que requirió adaptaciones y refuerzos en sus equipos, fue asistido con prioridad absoluta. Para Beccaría, "la tarea realizada por cada uno de los trabajadores de Luz y Fuerza durante la pandemia nos llena de orgullo y ratifica el sentido de pertenencia, el compromiso y la responsabilidad social con que nuestros afiliados encararon el trabajo en pandemia, exponiéndose al riesgo de los contagios y adaptándose a las circunstancias cuando toda la sociedad cumplía con medidas de aislamiento social. En el siglo XXI, sin electricidad no hay vida ni salud. Y los trabajadores de las empresas eléctricas estuvimos allí donde fue necesario estar».
Mientras tanto, Luz y Fuerza Rafaela no para de crecer. Aún con las dificultades y los desafíos que planteó el momento que vive el país, el Sindicato atendió todas las necesidades de los afiliados. "La principal preocupación fue cuidar la salud de los trabajadores eléctricos. La condición de trabajadores esenciales de los afiliados determinó la necesidad de implementar protocolos de higiene y seguridad que se agregaron a los que tradicionalmente se cumplen en las cuadrillas operativas", recuerda Beccaría.









Las obras





Durante este período, el Sindicato no dejó de crecer. Dos importantes proyectos fueron los que más atención y recursos demandaron. Beccaría señala que "el primero fue la recuperación del espacio de la vieja sede de calle Córdoba 168, con la construcción en ese lugar de 3 departamentos de un ambiente, completamente amueblados y listos para habitar, que fueron inaugurados el 15 de octubre último. El uso de los mismos está destinado a los afiliados que proviniendo de otras localidades, llegan a Rafaela por razones de salud, actividades de capacitación u otras circunstancias especiales y necesitan pernoctar en la ciudad".
La inversión no sólo incluyó del derribo de viejas estructuras en desuso y una reconversión arquitectónica completa, sino también la compra de muebles, acondicionadores de aire, electrodomésticos, y distintos elementos que hacen al confort necesario para asegurar condiciones de comodidad a quienes concurran a Rafaela por los motivos antes citados.
"También pudimos cumplir con el segundo objetivo principal, que fue la modernización de 6 de las 8 cabañas que forman parte del Complejo 7 de Noviembre, en la localidad cordobesa de Cosquín. Por la situación epidemiológica no se pudo utilizar el año pasado y decidimos aprovechar la inactividad para realizar modificaciones en las cabañas más antiguas, que permiten dotar al complejo de mayores comodidades, así como contar con ambientes totalmente renovados, con sanitarios nuevos y más confort para los afiliados que elijan ese destino como opción".
La pandemia también expuso la necesidad de dotar a la Sala de Reuniones, en la sede de calle Necochea, del equipamiento electrónico requerido para cumplir con tareas de capacitación a distancia. En los meses de aislamiento social, varios cursos y actividades de actualización e incorporación de nuevos conocimientos fueron concretados gracias a estas inversiones, que permitieron desarrollar actividades con decenas de participantes en forma virtual.
Finalmente, las remodelaciones del Salón Auditorio completaron todas estas inversiones que ofrecen a los afiliados nuevas posibilidades y un ambiente apropiado para los acontecimientos institucionales que protagoniza el gremio.





Volver a disfrutar del verano y de un reencuentro necesario





Las restricciones a que obligó la pandemia privaron a millones de argentinos de disfrutar la pasada temporada estival como hubieran deseado. En el caso de los afiliados de Luz y Fuerza de Rafaela, la amplia oferta turística con la que anualmente cuenta el gremio a través de la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza se vio considerablemente afectada, y lo mismo pasó con el uso de las cabañas del complejo 7 de Noviembre, en Cosquín, que no pudieron abrirse.
La situación también privó a la familia lucifuercista de la tradicional despedida de año en el campo de deportes del barrio Belgrano. Y condicionó la realización de la colonia de vacaciones para los niños, limitando el acceso al natatorio solamente a hijos de afiliados, sin posibilidad de contar con invitados.
Afortunadamente, la mejoría en la situación epidemiológica y el avance notable de la campaña de vacunación permite ahora contar con la posibilidad de ese reencuentro que toda la familia de Luz y Fuerza espera. La oportunidad y las condiciones están dadas para que ese reencuentro se concrete en la noche del viernes 3 de diciembre, con una gran chopeada de la que podrán participar todos los afiliados y que servirá no sólo para volver a disfrutar de una noche con los afiliados, sino también para reanudar ese vínculo de compañerismo, solidaridad y afecto que caracteriza a los lucifuercistas y que tanto se extraña luego de más de un año y medio.
Además, la ocasión será oportuna para efectivizar el lanzamiento de la temporada de verano en el natatorio, que en esta temporada –y si la situación epidemiológica no evidencia retrocesos- podrá ser utilizada a pleno. Al aguardo de que las autoridades municipales den a conocer los protocolos, aforo y otras condiciones para la puesta en marcha de las colonias de vacaciones, la idea es que las puertas del campo de deportes se abran a los hijos de afiliados y a todos los interesados en participar de la colonia.


locales luz y fuerza Sebastián Beccaría

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