Su uso se remonta a la antigua Roma y Persia, y fue adoptado por los cristianos para la celebración de la Pascua, festividad en la que se conmemora la resurrección de Jesucristo.
De acuerdo con la Enciclopedia Británica, los huevos de Pascua ya eran populares entre los paganos, mucho antes que el cristianismo, que lo usó como símbolo de regeneración. "Los primeros cristianos tomaron prestada esta imagen y la aplicaron no a la regeneración de la tierra, sino a Jesucristo. Esto también se extendió a la vida nueva de los fieles seguidores de Cristo", precisa.
Regalar huevos de Pascua es una tradición que se extendió en varios países de Europa y América, pero su elaboración y decoración como tradición se remonta al siglo XIX, aunque evolucionó con el paso del tiempo. "La llegada de la Pascua suponía el levantamiento de la norma. Se puede decir que se realizaba el 'festín del huevo' porque representaba el regocijo y la vuelta a la alegría", precisa ACI Prensa. Si bien, el veto al huevo se levantó, la tradición festiva continuó y diversos colores de usaron para su decoración.
¿Qué significa el huevo de Pascua?
Al pensar en Semana Santa, hay una imagen que creyentes y ateos comparten por igual: la del huevo de Pascua.
El huevo al ser asociado con la fertilidad y al coincidir la Pascua con la estación primaveral, hizo que quedara establecido en toda Europa como símbolo de la Pascua. A partir de ahí, los pasteleros los empezaron a elaborar con algunos ingredientes como azúcar para después quedarse con el chocolate.
En otras palabras, el huevo de Pascua representa el inicio de la vida y la fertilidad. Para el cristianismo, simboliza la resurrección de Jesucristo y la esperanza de una nueva vida.
En Estados Unidos y otras naciones, los adultos esconden huevos de chocolate o de plásticos rellenos con dulces para que los niños los busquen por toda la casa.
No es a los cristianos -que celebran en la Semana Santa la resurrección de Cristo- ni a los judíos -que festejan en esta misma época el Pésaj, la liberación de su pueblo de la esclavitud en Egipto- a quienes hay que agradecer por esta tradición: los huevos, como otros múltiples símbolos adoptados por las religiones monoteístas, ya eran populares entre los paganos anteriores al cristianismo como una representación de la regeneración que llega con la primavera.
"Los primeros cristianos tomaron prestada esta imagen y la aplicaron no a la regeneración de la tierra, sino a Jesucristo. Esto también se extendió a la vida nueva de los fieles seguidores de Cristo", dice la enciclopedia.
¿Por qué se empezaron a pintar?
La tradición de los huevos evolucionó con el tiempo. Para la Edad Media, por ejemplo, se los pintaba de colores, consigna la agencia de noticias católicas ACI Prensa. Esto se hacía tanto en la tradición occidental como en la ortodoxa, donde el color elegido era el rojo para simbolizar la sangre que Jesús derramó en la cruz, según la Enciclopedia Británica.
También da un argumento práctico a la decoración y pintura de los huevos: la Iglesia prohibía comer huevos durante la Semana Santa, pero las gallinas continuaban poniéndolos, por lo que decorarlos permitía identificarlos fácilmente.