La vicepresidente de la Nación dijo que los magistrados se comportaron como "un pelotón de fusilamiento" y volvió a insistir con la idea de que el veredicto "ya está escrito". El martes 6 de diciembre será la sentencia.
Cristina Kirchner volvió a hablar ayer ante el Tribunal Oral Federal 2 (TOF 2) para reiterar que su condena en su contra ya está escrita, en 2019 había calificado a los jueces que iniciaron el debate ese año, de ser el brazo ejecutor del lawfare. En esta ocasión, los llamó “pelotón de fusilamiento” y reiteró que los que deberán responder sobre su actuar en Comodoro Py, no es ella sino quienes la llevaron a su primer juicio oral por actos de presunta corrupción en la obra pública vial.
Tras sus palabras, los jueces del tribunal le pusieron fecha a la lectura de la sentencia. Será el próximo martes 6 de diciembre.
Los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola habían pedido una condena de 12 años de prisión para Cristina Kirchner, como responsable de los delitos de asociación ilícita en carácter de jefa y administración fraudulenta en perjuicio contra el Estado.
Desde su despacho del Senado de la Nación, en un tono más calmo que en otras exposiciones, pero con el mismo hilo argumentativo respecto a la persecución política que -a su entender- la justicia llevó adelante para perjudicarla, se dirigió a los jueces del TOF 2.
Sin éxito, la vicepresidenta buscó recusar en varias oportunidades a Gorini y a Giménez Uriburu, al considerar que guardaban vínculos e intereses con la gestión macrista y que no le garantizaba que las decisiones a tomar sean “ajustadas a derecho”. Sin embargo, fueron ratificados incluso por el máximo tribunal penal para que continúen frente al juicio que concluirá el 6 de diciembre.
Frente a ese Tribunal y durante más de veinte minutos, Cristina Kirchner los acusó de haber dejado de ejercer el derecho para ser funcional a un ataque político. “La primera vez que hablé en este juicio (diciembre de 2019) dije que éste era el Tribunal del lawfare, pero fui demasiado generosa porque estamos ante un tribunal que más bien es un pelotón de fusilamiento”.
Al momento de profundizar su acusación contra los magistrados que deberán resolver si cometió -como dijeron los fiscales- los delitos de asociación ilícita y administración fraudulenta, dijo que este juicio y quienes llevaron el proceso adelante “son este pelotón de fusilamiento que tuvo como objeto desde el principio, estigmatizar un espacio político y principalmente a quien tiene el mayor grado de representación de ese espacio, algo demostrado por las elecciones porque en los partidos políticos se ganan por los votos”.
La vicepresidenta ahondó en este concepto y señaló que, a su entender, el rol de la justicia desde la óptica del lawfare “busca ser aleccionador, esta actividad de Comodoro Py, buscar ser disciplinadora de la clase política”.
Fue en esa instancia en la que comparó al “partido militar” con el “partido judicial” y añadió que la justicia federal que la investigó en diversos hechos de presunta corrupción, “cumple el mismo rol obturar posibilidades de expresión en democracia, disciplinar y estigmatizar a los dirigentes políticos”.
Cuando la sociedad advierte este tipo de manejos y maniobras -continuó Cristina Kirchner- “las instituciones colisionan”, estas últimas palabras “reiteran algo que dije y es que la sentencia está escrita pero nunca pensé que iba a estar tan mal escrita o acusada como hizo la fiscalía, porque fueron tres años en los que no pudieron probar nada”.
En el tramo final de su exposición, la vice utilizó otro término para dirigirse a los magistrados: “Estamos ante este período tan nefasto en el que los jueces dejaron de ser jueces para conformar un partido político”.
Pero les dijo a los jueces que no se encuentran solos y aprovechó ese concepto para acusar a los medios de comunicación de ser “cómplices” de este entramado. “La justicia no actuó sola, los medios fueron parte indispensable. Siempre esa complicidad entre el poder judicial, los medios y los sectores antidemocráticos”, como ocurrió “en tiempos del partido militar”.
Cerró sus palabras finales con una expresión similar a la vertida el 2 de diciembre de 2019: “Como dije ese día, otros (en relación a los jueces y fiscales) van a tener que responder por todo lo que se hizo en esta etapa, no pudieron responder los fiscales Luciani y Mola todas las falsas acusaciones, pero en algún momento” reiteró “la historia también los va a condenar”, haciendo alusión a quienes la acusaron de ser jefa de una asociación ilícita. Fuente: Clarín.