Luego de un miércoles negro para las industrias, el suministro de gas tiende a normalizarse. A primera hora de este jueves, se comenzó a habilitar nuevamente el consumo. Aunque la mejora por completo llevará algunos días
Alberto Rosandi, director del Departamento de Energía e Innovación de la Federación Industrial de Santa Fe (FISFE) explicó que esta dificultad afectó “realmente a toda la cadena de producción y de abastecimiento. Todo se resiente. Uno tuvo que avisarles a los proveedores, a los clientes que evidentemente podría haber retrasos con las entregas”
Esta interrupción ha generado costos extras a un sector que viene soportando una situación sumamente compleja. En plena recesión, la actividad industrial santafesina retrocedió en marzo de 2024 un 18,8% interanual. Algo inédito, acumulando en el primer trimestre una contracción de 14,6%
Las causas
Entre las causas del problema desatado, Rosandi enumeró: “bajas temperaturas que no se esperaban tan pronto y una deficiente planificación por parte del gobierno nacional en las expectativas que se tenían en relación a este cambio de consumo, principalmente a nivel residencial. Pasamos de tener 40 millones de metros cúbicos día de consumo al doble. Evidentemente esto no se valorizó”.
Pero además destacó que “tampoco se ha trabajado en demasía con los costos/oportunidades que tiene la infraestructura que se está terminando. Tenemos el gasoducto Néstor Kirchner que hoy nos permite 11 millones de metros cúbicos de gas que se envía para la zona. Falta terminar la planta de inicio de compresión en Tratayén. Recién estará disponible en junio. Esto agregaría 5 millones de metros cúbicos más de gas. Nos estaría faltando en el otro extremo la planta de Salliqueló que estaría en septiembre”. En síntesis, disminución del suministro desde el área de Bolivia, ola de frío polar, falta de tratamiento para terminar una infraestructura necesaria, “generaron lo que podríamos llegar a decir una tormenta casi perfecta y tuvimos este inconveniente” resumió
Qué pasará de ahora en más
Para el empresario, es esencial saber qué pasará de ahora en más. “esto fue una alerta temprana muy fuerte. Nosotros observamos que hay que darle un seguimiento prácticamente diario. Aquí hay determinados organismos que tienen una interrelación con el tema energético. Poder trabajar con el Servicio Meteorológico Nacional, conocer anticipadamente cómo van a mediar las temperaturas, saber medianamente qué fecha tenemos nuevamente una ola de frío” resaltó.
Y hay otro elemento adicional, advirtió Rosandi: la energía eléctrica. “En la actualidad teníamos una importación de electricidad que es normal de alrededor de 1.000, 1.500 megavatios que vienen desde Brasil. Pero ellos tienen un problema hídrico muy grave, por lo que tenemos que contar con nuestras centrales. Si por algún motivo falla el suministro de gas a estas centrales o se reduce, las generadoras de electricidad deben cambiar a combustibles líquidos. Y esto trae aparejados mayor riesgo de operación, más mantenimiento, una operación deficitaria en cuanto a costos (el precio del combustible es más elevado)” entre otras dificultades.
La crisis del gas
Primero fue Córdoba, Santa Fe y la crisis fue sumando las demás provincias y AMBA. Estaciones de servicios sin GNC, y las industrias sin gas por ser demanda no prioritaria en un momento de crisis que, para muchos, podría haberse obviado. En nuestra provincia, la empresa distribuidora (ajena al problema en este caso porque el problema es nacional), informó el martes por la noche que, por problemas en el mercado mayorista, iba a reducir la provisión del servicio
El fracaso de Nación de adquirir GNL de un barco de Petrobras fue una de las principales causas por las que la provincia se vió afectada. La voz oficial hablo de “contratiempo administrativo”