Indemnizaciones por despido y accidentes laborales, vacaciones pagas, fijación del aguinaldo, reglamentación de la jornada de 8 horas diarias y 44 horas semanales, Ley de Despidos, establecimiento del seguro social y jubilatorio, sanción de un estatuto para la creación de tribunales de trabajo, congelación de los alquileres y sanción del estatuto del peón de campo. Todas estas importantes medidas sociales y económicas que realizó Juan Domingo Perón a partir del 4 de junio de 1943 como Secretario de Trabajo y Previsión lo llevaron a su primer y gran triunfo como Presidente en 1946. Hoy, 76 años después de aquella victoria, el peronismo busca mantener vivo su legado.
El 24 de febrero de 1946, el Partido Laborista triunfó con la fórmula Perón-Quijano y alcanzó el 54% de los votos frente a la fórmula Tamborini-Mosca de la Unión Democrática, integrada por radicales, demócratas-progresistas, socialistas y comunistas. Dos ideas de país se enfrentaban en aquella Elección. Por un lado, Perón dejó en claro que representaba a los obreros, campesinos, a los humildes, a los explotados. Por el otro, la Unión Democrática representaba a la Sociedad Rural, a los grandes empresarios y a una élite social que no quería perder ninguna clase de privilegio.
Perón aprovechó el apoyo que el embajador norteamericano Spruille Braden dio a la Unión Democrática y, en esas Elecciones, también triunfó el famoso eslogan de campaña, que se resumía en dos palabras: "Braden o Perón". Incluso, el partido comunista argentino que acusaba al líder obrero de Nazifacista, pero por lo bajo no soportaba la devoción de los obreros por Perón, se sumó codo a codo con el embajador de Estados Unidos.
Los medios de comunicación de la época también le dieron la espalda al dirigente peronista y los diarios -a excepción de La Época- y las radios se mantuvieron a favor de la Unión Democrática por afinidad y pertenencia social de sus dueños.
Esa misma línea en la política internacional la mantiene vigente hasta el día de hoy el peronismo y Alberto Fernández intenta continuarla. El Presidente puede sentarse con Vladimir Putin o con Joe Biden de la misma manera en que Perón en 1954 recibió al hermano del presidente de Estados Unidos, Milton Eisenhower, mientras que en el mismo año condenaba la intervención de este país en Guatemala. Asimismo, fortalecía relaciones con las URRSS como la designación del sanjuanino Leopoldo Bravo como flamante embajador en Rusia.
Con el triunfo electoral del peronismo, el 24 de febrero de 1946 marcó el ascenso de la clase obrera por primera vez al Gobierno y el comienzo de un nuevo tiempo para los trabajadores argentinos que sintieron que, de la mano de Perón, podían vivir más con más derechos y dignamente.