Reflexivo, el secretario de Gobierno y Participación del Municipio, Marcelo Lombardo, dio su mirada respecto a lo que fue uno de los hechos más complejos en la historia de la ciudad y cómo, gracias al espíritu rafaelino, se pudo salir adelante.
En un marco de flexibilización y apertura de actividades, y volviendo de alguna forma a recuperar nuestra vida en "normalidad", podemos celebrar un nuevo aniversario de nuestra ciudad. Una fecha que nos toca en lo más profundo de nuestra idiosincrasia porque luego de 140 años, el espíritu del rafaelino permanece intacto.
La formación de nuestro pueblo, surgió de una de las crisis humanitarias y económicas más profundas que se vivieron en Europa en el siglo XIX. Y aún así, los primeros inmigrantes que habitaron nuestro suelo lograron con esfuerzo, sacrificio y un enorme espíritu de resiliencia, la ciudad prospera y productiva que conocemos hoy.
No es casual entonces que ese ADN que tanto nos identifica se haya evidenciado en esta gran crisis sanitaria, económica y social que nos ha dejado la pandemia.
Rafaela, como en muchas otras ocasiones, ha sido ejemplo en la gestión de esta enorme crisis que nos atravesó y atraviesa a todos. Ha sido ejemplo primero, por la gran responsabilidad social de su gente, que pese a las enormes dificultades, comprendió la importancia de cuidarse, para cuidar a otros. Ese profundo espíritu solidario y altruista, también es parte de nuestra esencia rafaelina.
Por otra parte, quienes tenemos la enorme responsabilidad de gestionar los destinos de la ciudad, pudimos tomar decisiones basados en la escucha activa y en el diálogo como pilares invaluables para la toma de decisiones. El vínculo interinstitucional y la alineación de los 3 niveles de Gobierno permitieron respuestas inmediatas y eficaces.
En cuanto a la Salud, en donde nuestro Hospital contaba con un equipamiento conformado por sólo 5 camas de terapia intensiva con asistencia respiratoria al inicio de la pandemia, pudo aumentarse en tiempo récord. Además, se reasignaron camas intermedias, y aún en los peores momentos, a nuestro hospital nunca le faltó provisión de insumos.
Estas acciones surgieron como una rápida respuesta del Gobierno Provincial a las carencias sanitarias de nuestra ciudad.
Además, fue necesario incrementar la disponibilidad de recursos humanos, que permitiera operativizar este crecimiento sanitario y que, por otro lado, permita una rotación a un personal estresado y saturado. Acá los esfuerzos y recursos provinciales fueron acompañados por esfuerzos y recursos locales. Luego, la rápida y ordenada gestión de la vacunación, permitieron que hoy podamos estar atravesando este aniversario de la ciudad, volviendo a aquellas sensaciones tan anheladas como la de compartir con los seres queridos, recuperar la ocupación de lo público. Volver a abrazarnos y recuperar las sonrisas.
Respecto al sector productivo, las empresas pudieron retomar la senda de la productividad a pocos días de iniciarse la cuarentena, sosteniendo los puestos de trabajo y garantizando los cuidados necesarios, siendo ésta una prioridad central. El diálogo sostenido con aquellos sectores más golpeados por las restricciones, permitieron ir encontrando herramientas de acompañamiento económico que, aunque lejos de ser lo ideal, brindaron cierto alivio a los trabajadores impedidos de realizar sus labores.
Toda esta experiencia histórica, es la que nos permite reflexionar e invitar al conjunto de la sociedad a entender lo difícil de la hora que nos tocó y todavía nos toca transcurrir, pero tal vez, para recuperar la importancia del concepto de solidaridad social activa, donde nos miremos como comunidad y no como individuos.
En suma, nada de toda esta difícil experiencia vivida hubiera sido posible sin los valores de aquellos que pisaron por primera vez nuestro suelo: el trabajo, el esfuerzo y, sobre todo, el amor que nos une por el presente y el futuro de nuestra ciudad. Por eso, en este nuevo aniversario, renovamos las esperanzas y el compromiso de seguir engrandeciendo a nuestra querida Rafaela que es referencia y modelo de desarrollo para el resto de la Argentina.