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Caso Silvina Luna: la importancia de elegir procedimientos seguros en cirugía estética

La dramática situación que afecta a Silvina Luna puso sobre la mesa el tema.

El impacto del caso de Silvina Luna nos conmovió de alguna manera u otra. Su deteriorada salud y el actual riesgo para su vida como resultado de una mala praxis nos lleva a reflexionar sobre diversas cuestiones, especialmente sobre los perjudiciales estándares de belleza que nos rigen.
Desde CASTELLANOS investigamos qué sustancia le fue inyectada a Silvina Luna por Aníbal Lotocki, responsable de aumentar sus glúteos en 2011. Para ello, conversamos con el Dr. Horacio Antonetti, MAT N° 7512, cirujano plástico de Rafaela, quien explicó la naturaleza de la sustancia.
El polimetilmetacrilato o PMMA, conocido comercialmente como metracrilato, es una sustancia actualmente prohibida en el campo de la estética. "En realidad, ya no se utiliza en ninguna parte del mundo. Comenzó a utilizarse, pero luego se abandonó debido a las secuelas que produce, como las que estamos viendo en Luna", aseguró el profesional.
Además, explicó que esta sustancia genera pequeñas moléculas que son nefrotóxicas, es decir, que afectan los riñones. "Lo que Silvina Luna tiene es una insuficiencia renal crónica, lo que complica su vida a menos que se realice un trasplante", señaló. Pero su situación es aún más grave, según afirmó Antonetti, ya que el polimetilmetacrilato obstruye los pequeños conductos encargados de filtrar la orina, lo que la lleva a depender permanentemente de la diálisis. Además, cualquier bacteria común, como la que afecta ahora a su pulmón, la obliga a recibir tratamiento en terapia. "Es evidente que esta sustancia nunca debió ser utilizada. Dudo que algún cirujano plástico del país esté empleando ese producto en la actualidad", sostuvo.
Productos actuales
La sustancia fue reemplazada por productos más adecuados, reabsorbibles y seguros, tales como el ácido hialurónico -para el caso de relleno facial- y siliconas -para el aumento de mamas y glúteos.
Sobre el ácido hialurónico, en particular, el Dr. Antonetti comentó que es un producto que tiene una duración de 6 a 8 meses, dado que en grandes volúmenes no se debe usar. Pasado ese tiempo, hay que volver a realizarlo.
Además, el especialista comentó que usa mucho lo que se llama "lipofilling", que es "tomar grasa del paciente en la zona del abdomen, de las piernas o de los flancos, y ponerlas allí en el mismo lugar donde se usa el hialurónico", detalló. Según el profesional, se trata de una gran ventaja porque es un autoinjerto. "Son tus propias células grasas las que te van a ensanchar el labio, a mejorar las arrugas del labio, o las periorbitarias", señaló.
También, aunque personalmente el profesional no esté de acuerdo, se usa el famoso botox. "Produce una parálisis muscular. Para la frente se usa mucho", indicó.
Cirugía estética
Las cirugías estéticas más frecuentes, según informó el doctor, son el implante mamario y el lifting. Desde CASTELLANOS indagamos sobre las recomendaciones a tener en cuenta en caso de que alguna persona desee realizarse un procedimiento.
En primer lugar, indicó que se le debe especificar siempre al médico la medicación que toma. "La aspirina, por ejemplo, es un problema para la cirugía plástica, y para cualquier otra", señaló. En tal sentido, detalló que el paciente está anticoagulado durante dos a tres semanas con una sola aspirina que tome.
Por otra parte, el interesado debe tener en cuenta, fundamentalmente, el tiempo que tiene que disponer como posoperatorio. "No es ir a una peluquería y salir. Es una cirugía, y debe encararse como tal", señaló Antonetti. Por lo tanto, el paciente debe cumplir el reposo correspondiente, además de adaptar su rutina diaria.
Finalmente, el médico cirujano debe asegurarse de que la personas a intervenir esté en condiciones de llegar a la cirugía. "Para eso, pedimos análisis de laboratorio para ver sus glóbulos rojos, para saber si coagula bien y si no tiene alguna otra patología. También pedimos un electrocardiograma de rutina", indicó el profesional.
La historia de Silvina Luna evidencia que las decisiones en torno a la apariencia física no deben tomarse a la ligera. Es crucial que los interesados en realizarse una práctica estética estén informados y realicen una elección consciente y bien fundamentada, considerando no sólo los resultados deseados, sino también los riesgos y las posibles complicaciones.
Además, los estándares éticos y las buenas prácticas deben ser promovidos y respetados por todos los cirujanos plásticos, en aras de preservar la salud y el bienestar de los pacientes.

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