La sorpresiva suspensión de las clases en la Escuela de la Plaza es un hecho gravísimo que no puede ser tolerado. Un límite que nunca debieron cruzar.
Este emprendimiento nació hace más de tres décadas con dos objetivos primordiales: promover el mejor nivel educativo posible, y nunca interrumpir las clases a los alumnos.
Como actuales responsables del establecimiento, Uds. no pueden permitir ni mucho menos justificar la suspensión de las clases salvo casos de fuerza mayor, como desastres naturales o epidemias de salud.
Su esencia es la educación y el trabajo, y sólo pueden faltar a ello so pena de no existir, perder las condiciones morales y empresariales necesarias para liderar un proyecto así.
Con los chicos en las aulas todo problema tendrá solución, sin los chicos en las aulas no queda nada.
Es inaceptable la ausencia de toda explicación y la no comparencia por parte de Uds, los docentes no son los indicados para hacer frente a padres y alumnos por este problema.
Como padre y abuelo de alumnos les ruego retornen mañana mismo a las clases, y les exijo respetuosamente que lo hagan.