18.35 Una definición de Sebastián Villa, cuando restaban doce minutos para la finalización del encuentro, sentenció la victoria del campeón defensor en el estadio Carlos Augusto Mercado Luna. Bajo un marco impactante en la provincia de La Rioja, el Xeneize superó la resistencia del Verdolaga en el reencuentro oficial entre ambos después de 22 años.
Una expectativa importante por parte de los habitantes de La Rioja generó que, en apenas nueve horas, se agote el expendio de entradas para el cruce que marcó el inicio de los 16avos de Final. Un recibimiento sencillamente imponente en el estadio Carlos Augusto Mercado Luna marcó el inicio del enfrentamiento entre Ferro Carril Oeste y Boca, que volvieron a cruzar sus caminos después de 22 años (goleada por 4-0 del Xeneize en el Torneo Clausura 2000). Motivado por una racha de cuatro victorias consecutivas en la Primera Nacional, el Verdolaga apostó por una leve modificación en el esquema: la dupla técnica conformada por Juan Branda y Tobías Kohan suplantó a uno de los extremos del 4-3-3 habitual por un mediocampista externo, motivo por el cual el equipo se plantó en el campo de juego con un 4-4-2. La sorpresa estuvo en la referencia de área: Lautaro Gordillo, delantero que lideraba la tabla de goleadores en la categoría con ocho tantos y le había convertido a Sarmiento de Junín en 32avos de Final, retornó de Flandria y apareció como titular.
El título en la Copa de la Liga Profesional y la clasificación sufrida a los octavos de final de la Libertadores generó la inyección anímica necesaria para que Boca afronte el segundo semestre de un año cargado de actividad futbolística. Consciente del cansancio que podría afectar a su plantel, Sebastián Battaglia había apostado por la renovación de piezas en el triunfo por 2-1 contra Arsenal que abrió el Torneo de Primera. Dicha situación generó que Agustín Rossi, Frank Fabra, Guillermo Fernández y Alan Varela retornen a la titularidad en el cruce correspondiente a los 16avos de Final de la décima edición de la Copa Argentina AXION energy. La excepción sería Eduardo Salvio, que sufrió una molestia muscular en la entrada en calor y debió ser reemplazado por Exequiel Zeballos. Campeón defensor de la competencia, tardó apenas diez segundos en generar el primer tiro de esquina. Sin embargo, sufrió una réplica incisiva de Ferro, que se valió de un saque largo de Marcelo Miño hacia Lautaro Giaccone. El punta eludió la marca de Marcelo Weigandt y sacó un zurdazo que exigió una atajada brillante de Agustín Rossi.
La reacción de Boca asomó a partir del desequilibrio individual de Sebastián Villa, que desbordó por la izquierda y lanzó un centro hacia atrás. El gesto técnico de Luis Vázquez para abrir las piernas facilitó la llegada de Guillermo Fernández, que remató desviado. De todas maneras, Ferro volvió a capitalizar los espacios en campo rival a raíz del dominio de Claudio Mosca. El volante central profundizó hacia Juan Pablo Ruiz Gómez, que lanzó un centro conectado en el segundo palo por Giaccone: el desvío se estrelló contra el palo derecho. Una nueva opción clara para el club de Caballito, que se ilusionaba con retornar a los Octavos de Final después de siete años. Solvencia defensiva, presión en tres cuartos de cancha y un desdoblamiento colectivo para limitar la diferencia de jerarquía le permitió al Verdolaga sostener la paridad en la previa al entretiempo.
Boca afrontó el comienzo del complemento con mayor actitud y movilidad. Un fallo en la salida de Nicolás Gómez favoreció un contraataque de Villa, que eludió a su marcador y sacó un zurdazo que salió al lado del arco. La siguiente acción tendría como protagonista a Zeballos, habilitado por un pase profundo de Juan Ramírez. El extremo juvenil desairó la presión de Darío Cáceres y sacó un bombazo al primer palo que encontró una respuesta firme de Miño. El cansancio empezó a hacer mella en el físico de los futbolistas del representante de la Primera Nacional, que abroqueló a sus líneas en campo propio y perdió velocidad en las réplicas. Branda y Kohan apreciaron la situación y refrescaron al ataque al apostar por los ingresos de Emiliano Ellacópulos, Leonardo González y Enzo Díaz, autor de un doblete en la victoria sobre Justo José de Urquiza en el debut de Ferro en la décima edición.
Miño reapareció en escena para desactivar un fuerte remate de media distancia de Fernández y, en otra acción de riesgo, Villa dilapidó un tiro franco dentro del área para abrir el marcador. Battaglia intentó profundizar los ataques con la entrada de Aaron Molinas, que se ubicó en el rol de enganche y reemplazó a Ramírez. Sin embargo, sería otro producto de las inferiores del Xeneize el encargado de profundizar una jugada clave: Zeballos habilitó a Fernández, cuyo centro encontró en posición inmejorable a Villa. El delantero colombiano enganchó para su perfil predilecto, eludió el intento de cruce de Grana y desató la algarabía de los miles de hinchas del club que coparon las tribunas del estadio con un remate furibundo que se incrustó en la red.
Si bien el desgaste pesaba en los cuerpos de los jugadores de Ferro, el equipo contaría con una oportunidad dorada para llegar a la igualdad. Mosca, de trabajo destacado (había impedido un ataque de Boca con superioridad numérica mediante un cruce providencial), lanzó un centro preciso que encontró la aparición en soledad de Nahuel Arena. El desvío del marcador central fue preciso pero se topó con la respuesta brillante de Agustín Rossi, siempre presto a una atajada clave en la Copa Argentina.