Quito reclama su extradición. Fue condenado a 8 años de cárcel por desvío de fondos y enriquecimiento ilícito en su país.
El gobierno de Bélgica confirmó este viernes que había concedido asilo político al expresidente de Ecuador Rafael Correa, que reside en el país desde 2017, cuando terminó su mandato.
La esposa de Correa es de nacionalidad belga. Correa había sido juzgado en ausencia por la Justicia ecuatoriana y condenado a ocho años de prisión. Ecuador había enviado a Bélgica un pedido de extradición.
La decisión se tomó oficialmente el pasado 15 de abril, pero recién trascendió este viernes.
Correa, de 59 años, quien fue presidente ecuatoriano de 2007 a 2017, recibió asilo, según el Comisario Belga para Refugiados y Apátridas, "de acuerdo a la Convención de Ginebra y su protocolo adicional".
El pedido de asilo de Correa estaba presentado desde finales de 2018.
La extradición
Según un cable de la agencia AFP, el presidente de la Corte Nacional de Justicia ecuatoriana, Iván Saquicela, anunció este viernes haber firmado "la orden inicial para empezar el proceso de extradición, como corresponde por ley, del señor Rafael Vicente Correa".
El Ministerio de Justicia belga espera ahora la petición que debe llegar desde Quito.
Saquicela dijo el viernes: "Tenemos una sentencia firme, un acuerdo (de extradición) con Bélgica y los acuerdos internacionales, además de la ley sobre extradiciones, apoyan nuestra petición. Aquí no hay un juicio de valor".
Correa dijo en Twitter que Saquicela es "un payaso" y "una marioneta" a las órdenes del gobierno ecuatoriano.
Los cargos
Correa fue condenado en septiembre de 2020 en ausencia, cuando ya estaba en Bélgica, a ocho años de prisión por corrupción, desvío de fondos, extorsión y enriquecimiento ilegal.
Desde entonces defiende en Bélgica su inocencia y asegura que fue condenado como venganza política.
Correa dijo desde que fue condenado que el juicio y la condena se produjeron por un complot organizado por su vicepresidente y posteriormente sucesor Lenín Moreno.
La condena puso punto final a la posibilidad de que volviera a la política activa en Ecuador, país cuya constitución prohíbe de por vida presentarse a las elecciones a cualquier persona que haya sido condenada por corrupción.
Correa fue condenado oficialmente por haber aceptado coimas a cambio de contratos a empresas. Entre esas sociedades aparece la constructora brasileña Odebrecht, involucrada en decenas de casos de corrupción en varios países de la región.
A Correa también lo busca la Justicia colombiana. En Bogotá se lo persigue por el secuestro (de corta duración) de un opositor político en territorio colombiano, un hecho sucedido en 2012 y que nunca fue aclarado judicialmente.
Debido a la generalizada corrupción durante la gestión de Correa, también fueron sentenciados su ex vicepresidente Jorge Glas, ministros y altos funcionarios. Algunos están en prisión y otros escaparon, principalmente a México.