En tiempos de convulsión política y sobre todo en épocas de transición, muchas veces la mirada de la mayoría de la gente está puesta en los dichos, declaraciones y proyecciones de los dirigentes y referentes de las fuerzas mayoritarias nacionales y provinciales, donde luego cada uno analiza sus opiniones para sacar conclusiones de como seguirá la situación después del 10 de diciembre.
Sin embargo, la región, por estas horas, ha tenido hechos que por lo menos no dejan de llamar poderosamente la atención y que nos permite afirmar que "a la casta siempre la pagan los vecinos".
Lejos de pensar en quitarse los "privilegios de la política" y hacer el ajuste que siempre recae sobre la sociedad, algunos dirigentes zonales, aun no habiendo asumido su cargo y otros, a modo preventivo, y en los días previos del cambio de mando que convertirá a Javier Milei en presidente de la Nación, ya tomaron medidas, consensuadas con sus colegas, para salvaguardar sus embestiduras.
Si bien es cierto que existen opiniones controvertidas y muchas de ellas del propio Milei, se han conocido informaciones que rozan entre lo vergonzoso y lo risueño; entre algo que hasta parece irreal, pero es papelonezco, y que no hace otra cosa más que enfurecer más al "laburante" y hacer pensar que la función pública es "un lugar de privilegio".
Si bien es injusto generalizar, porque hay muchos políticos de bien, lo sucedido en Esperanza, capital del Departamento Las Colonias; y en Landeta, pequeño poblado del San Martín, en las últimas horas, realmente llama mucho la atención.
Ante los dichos de Milei: "no hay plata" o "vamos a reducir el gasto público", en Esperanza, el actual concejal y próximo intendente de la ciudad, Rodrigo Müller, agranda la estructura del Estado Municipal con la creación de nuevos cargos políticos. Es así que de ocho secretarios actuales se pasa a diez, más una secretaría privada. Además, se crean diez "coordinadores" como cargos políticos, sin funciones específicas; algo realmente llamativo y sorprendente.
Este proyecto fue aprobado en la última Sesión del Concejo (jueves 23/11) con los votos de los ediles: Mariano Puig, Rodrigo Müller, Guillermo Bonvin, Víctor Elena y Sebastián Ranaletta. Estos últimos dos justicialistas y teóricamente opositores al Intendente. En cambio fue rechazado por los concejales Andrea Martínez y Cristian Cammisi.
Pasando en limpio, además, se aprobaron los cambios de nombres de las ocho secretarías actuales: Secretaría de Gobierno y Reforma del Estado, Secretaría de Hacienda y Finanzas, Secretaría de Obras e Infraestructura Pública, Secretaría de Ambiente y Servicios Públicos, Secretaría de Cultura y Promoción del Deporte, Secretaría de Innovación y Desarrollo Económico, Secretaría de Desarrollo Humano y la Secretaría de Planeamiento y Proyectos.
Además se agregan dos nuevas: Secretaria Legal y Control Institucional y Secretaria de Control y Seguridad.
Un dato que no es menor y que se debe destacar, es que el sueldo de cada Secretario hoy ronda el millón de pesos.
Pero eso no es todo. Durante la sesión del jueves, se creó la figura del "coordinador", una suerte de comodín político que "secundará" al Secretario. No tiene tareas específicas definidas y no se sabe que categoría tendrá.
En la previa se advertía que no estaba clara la cantidad de coordinaciones que se podían crear porque su creación sería por Decreto del Intendente. En la sesión el "aumenta casta" Rodrigo Müller aceptó ponerle un tope a su deseo de crear nuevos cargos y colocar un máximo de diez coordinaciones. Una verdadera ridiculez.
Ante esta situación se desprende una pregunta lógica: ¿De dónde salen los fondos para solventar este crecimiento de cargos en la Municipalidad? ¿Quién paga esta fiesta?... La respuesta es obvia.
Otro caso llamativo se da en la pequeña localidad de Landeta, en el Departamento San Martín, donde su actual presidente comunal, Juan Domingo Bravo, informó a los habitantes que "los servicios que el ejecutivo local brindaba de forma gratuita comenzarán a ser arancelados". Según se estipuló en un comunicado, la decisión se tomó "con mucho pesar", pero "en línea con los anuncios referidos por el reciente presidente electo".
En sus declaraciones, Juan Domingo dijo: "Nosotros contamos con los servicios de cortes de yuyos, recolección de escombros, agua, además de todo lo que tenga que ver con la obra pública como mejorados de calle, ripio, pavimento o cordón, vereda, luces. A partir de ahora vamos a cobrarla".
"Esto se da en el marco de las medidas que vemos que el Gobierno Nacional va a adoptar en contra de nosotros, las administraciones de los pueblos. De ahí viene la idea de ir ajustando los números como la gente lo pidió, porque el proyecto de Milei particularmente aquí en Landeta tuvo un 75% de apoyo de la población", puntualizó.
Esta última afirmación de Bravo parece ser un castigo a los vecinos que votaron una opción política diferente, "algo que sueña muy democrático…. Verdad".
Y a esto agregó: "Obviamente que genera repercusión por la medida, pero es lo que la gente votó, y a nosotros no nos da ninguna alternativa. Si queremos que las cosas funcionen, lo tenemos que cobrar. Nosotros en otro momento habíamos conseguido subsidios. El 75% de la población votó esto, y cuando vos le vas diciendo que es lo que votó algunos se ponen un poquito nerviosos, pero la situación es real".
Lo real es que llama mucho la atención que muchos dirigentes políticos estén tan alejados de la realidad que vive el país, pero sobre todo el "laburante" que todos los meses con sus impuestos solventan el porvenir.
Surgen muchas preguntas ante las dos situaciones mencionadas: realmente ¿están en sus cabales y a la altura de la responsabilidad que les brinda la sociedad de ocupar un cargo público?, ¿son realmente conscientes de lo que vive la gente o están inmersos en el total paralelismo?, ¿creen que no tiene la obligación de rendir cuentas de lo que hacen con los dineros del pueblo?, ¿se creen impunes?...
Sin nombrar ninguna bandería partidaria y desde una posición totalmente neutral, cosas como estas no sólo llaman la atención, sino que indignan, preocupan y generan mucha bronca. Si esto sucede en localidades donde "todos nos conocemos" es inimaginable saber lo que ocurre en gran parte del país.
Y cierro con esto: "Así estamos…"