20.21 Vienen a dar a luz y obtener la ciudadanía para el niño. Se estima que llegarán 10.000 mujeres en el próximo año. Un hijo argentino les da "cientos de oportunidades". Muchas se quedan a vivir.
Los efectos de la guerra Rusia-Ucrania pueden evidenciarse en los miles de muertos y los cientos de miles de soldados, pueden sentirse en la tensión geopolítica y en la crisis energética europea, y pueden verse desde la destrucción en Ucrania hasta... la sala de maternidad del Sanatorio Finocchietto en la Ciudad de Buenos Aires. ¿Por qué? Porque Argentina es ahora para los rusos un destino ideal, al que ya llegaron miles de personas.
Muchas de las personas que escapan de Rusia son mujeres en busca de darle una segunda ciudadanía a sus hijos. Por eso, cientos de embarazadas llegan a Buenos Aires para dar a luz y así darles documento argentino y "cientos de oportunidades" a los bebés. Ya llegaron más de 2.500 mujeres y se estima que ese número crecerá hasta los 10.000 en poco tiempo.
Así lo reconoció Polina Cherepovitskaya, quien explicó que se encontró "al menos ocho mujeres rusas embarazadas" en la sala de maternidad del Sanatorio Finochietto cuando ella misma se presentó. La diseñadora de joyas que antes vivía en Moscú comentó a The Guardian que decidió mudarse a Argentina poco después de enterarse de que estaba embarazada. “Cuando vimos que las fronteras comenzaron a cerrarse rápidamente a nuestro alrededor, supimos que teníamos que encontrar un lugar al que pudiéramos viajar fácilmente. Un pasaporte argentino le abrirá muchas puertas a mi hijo”, recordó.
Ahora, planean quedarse en Buenos Aires y solicitar la ciudadanía argentina, un proceso que se simplifica porque ahora son padres de una hija argentina. Los padres extranjeros de un bebé nacido en Argentina pueden tramitarla en menos de dos años.
"Me lo pasé genial en Buenos Aires. (…) La gente allí es muy simpática, habladora, sonriente y generosa. Tratan muy bien a las embarazadas, con mucha atención y siempre les ayudan. (…) La naturaleza es preciosa. Tuve la oportunidad de ver las cataratas. También me encantó la comida: las empanadas, la carne y el dulce de leche conquistaron mi corazón", comentó emocionada Ksenia Malina, fotógrafa rusa que tuvo su tercera hija en Buenos Aires, a la agencia Sputnik.
Éxodo de madres rusas a Argentina
El "turismo de parto" es ahora muy popular en Buenos Aires. La práctica consiste en viajar a otro país con el fin de dar a luz y obtener la ciudadanía para el niño. Argentina es perfecto, y los números lo evidencian: Georgy Polin, jefe del departamento consular de la Embajada de Rusia en Argentina, estimó que entre 2.000 y 2.500 rusas se mudaron a Argentina este año, muchas de las cuales, dijo, eran mujeres que planeaban dar a luz en el país. “El próximo año, ese número puede crecer a 10.000”, dijo Polin a The Guardian.
¿Qué es lo atractivo de Argentina? Facilidades. Los rusos no necesitan una visa para visitar el país. Además, extender la estadía estándar de 90 días emitida por el país, así como solicitar un permiso de residencia, también es bastante sencillo.
“Todos están buscando opciones con la situación actual en Rusia. Al otorgarle a mi hijo un pasaporte argentino, le estoy dando libertad”, aseguró Eva Pekurova, quien dirige una agencia que organiza los documentos de viaje, el alojamiento y las estadías en el hospital para las rusas embarazadas que dan a luz en el extranjero. Es que el pasaporte argentino permite hacer viajes de corta duración a 171 países sin visa, incluidos la Unión Europea, el Reino Unido y Japón, mientras que obtener una visa estadounidense de larga duración "es muy dificil".
Sin embargo, muchos rusos llegan para quedarse. Buenos Aires es una ciudad atractiva por la alta calidad de su atención médica, tanto pública como privada. “Para muchos, Argentina ya no es solo un lugar para dar a luz”, aseguró Kirill Makoveev, fundador de la agencia Baby.Ru Argentina, que ayudó a más de 100 mujeres rusas y sus parejas en el último año. “Vemos que la gente quiere construir una vida aquí y no regresar”.
Empresas como la de Pekurova ofrecen paquetes de entre 1.200 y 8.500 dólares para las madres que quieran venir. Los servicios van desde contratar traductores y ayudar con el papeleo hasta organizar sesiones de fotos con el bebé recién nacido. Makoveev, por su parte, está reservado hasta mayo de 2023 y tiene lista de espera.
Cherepovitskaya, la diseñadora de joyas, dijo que casi todos los traductores de habla rusa, que deben estar presentes cuando se legaliza al niño, estaban ocupados con semanas de anticipación. Los disponibles estaban cobrando tarifas "exorbitantes". Hay hasta un grupo de Telegram llamado "Dar a luz en Argentina", con más de 3.000 miembros, en su mayoría futuras mamás.
El destino ideal para todos los rusos
Argentina tiene una historia de recibir inmigrantes rusos: a fines del siglo XIX, muchos judíos rusos, que huían de la pobreza y los pogromos, cruzaron el Atlántico navegando, mientras que una ola más pequeña de rusos llegó después del colapso de la Unión Soviética en 1991.
En las redes sociales se comenta que hay "cada vez más rusos" en las calles de Buenos Aires. "Tengo una amiga que le alquiló su departamento en Belgrano a una familia Rusa que se vino ahora para que a su hijo no se lo lleven a la guerra", comentó el usuario @bourbonni. Manuel Beaudroit, CEO y cofundador de Belo, publicó: "La cantidad de Rusos que hay en la calle en Buenos Aires es impresionante".
Según estimaciones, más de 15.000 rusos entraron al país en el último medio año, en busca de nuevas posibilidades y documentación. Y no solo son madres. Comunidades tecnológicas y de empresas emergentes de Rusia, que habían abandonado el país en respuesta a la guerra y al empeoramiento del clima empresarial, también vienen a Argentina.
Euronews reportó que cientos de trabajadores IT vienen al país, gracias a las posibilidades del trabajo remoto y también para dejar de pagar impuestos en Rusia, ya que no quieren que su dinero apoye la guerra. Hay más: el Daily Beast aseguró que muchos funcionarios rusos ya buscan otros destinos en caso de que el país "implosione", y entre los destinos preferidos por los de bajo rango está Argentina.