Un chofer de 39 años de la línea K de trolebús de Rosario fue atacado a tiros este jueves a la tarde en la zona oeste y se encuentra en grave estado, tras recibir un balazo en la cabeza. La UTA Rosario resolvió un paro de colectivos por tiempo indeterminado, que se suma a la medida de fuerza de los taxistas.
El ataque al colectivero se produjo en la zona de Mendoza y Méjico, minutos antes de las 19, y fuentes médicas precisaron que solamente pudieron constatar una herida de bala en el cráneo.
El chofer —Marcos D., de 33 años, con tres hijos y seis años de antigüedad en la empresa— fue trasladado de urgencia al Hospital de Emergencias "Clemente Álvarez" (Heca) en una ambulancia del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (Sies). La directora del Heca, Andrea Becherucci, destacó que la víctima fue ingresada rápidamente en el hospital y que lograron recuperarlo tras un paro cardiorrespiratorio que se prolongó por 17 minutos. "Se lo reanimó y pudo salir, pero en este momento está en estado muy crítico", sostuvo la profesional, quien detalló que habría recibido un único balazo: "Se pudo detectar un solo orificio de entrada en el cráneo".
Más tarde confirmó por el momento no necesitaba una intervención quirúrgica aunque continuaba en "estado muy delicado". Dijo que fue trasladado a terapia intensiva y que tenía "alojado un proyectil que quedó alojado en las partes blandas del cuello", lo que de por sí no representaba un peligro para su salud.
Delegados gremiales de los choferes se reunieron de inmediato y resolvieron un paro por tiempo indeterminado del transporte urbano de pasajeros.
En la zona del incidente se manejaban distintas versiones sobre lo ocurrido. Desde el Ministerio de la Acusación se indicó oficialmente que, según se pudo reconstruir por el relato de testigos, la unidad de la línea K se desplazaba por Mendoza hacia el oeste hasta que, al llegar a la intersección con Méjico, aminoró su marcha cuando un atacante de a pie disparó dos veces contra el colectivo, y uno de esos balazos hirió en la cabeza al conductor.
El atacante se dio a la fuga por Méjico hacia el sur, al parecer con la ayuda de un cómplice que lo habría estado esperando con una moto a pocos metros del lugar del hecho.
Rápidamente muchos compañeros del colectivero se acercaron al lugar ya que el galpón de la empresa está a muy pocas cuadras, donde se vivieron escenas de bronca y dolor.
El hecho se produjo horas después del segundo asesinato de un taxista en Rosario, ambos ocurridos en menos de 24 horas y perpetrados con la misma arma, según reveló un informe de Balística de la Policía de Investigaciones (PDI).
El taxista Héctor Figueroa, de 43 años, fue asesinado en la noche del martes en la zona sur, en barrio Tiro Suizo, mientras que a Diego Celentano, de 33 años, lo mataron en la noche del miércoles en Alvear y Garmendia, cerca de las piletas del Saladillo. En ambos casos la policía halló una zapatilla abandonada muy cerca del lugar del hecho, y no se descarta que sea un mensaje mafioso dejado por los autores de los disparos.
Entre febrero y marzo de este 2024, cuatro taxistas fueron asesinados en Rosario. (La Capital)