En los últimos días, la ciudad de Rafaela fue testigo de un inusual suceso: la aparición de un guazuncho, un ciervo de la especie axis, que deambulaba por diversos sectores de la ciudad. Aunque esta especie no es nativa de la región, ni siquiera del país, fue avistado por primera vez hace más de 20 días y finalmente rescatado en el barrio Antártida, luego de sufrir un ataque de perros.
Marcelo Pfaffen, coordinador de Zoonosis de la Municipalidad, brindó detalles sobre este operativo y las características de estos animales. “Hace unos 3 o 4 años ya habíamos tenido un caso similar en la zona del aeroclub. Estos ciervos, conocidos en el norte como guazunchos colorados, se van acercando a las ciudades cuando escasean el agua y la comida en sus hábitats naturales”, comentó Pfaffen.
Según relató el coordinador, el equipo de Zoonosis, junto con la GUR y el centro de monitoreo, venían siguiendo al animal desde hace semanas, registrando su presencia en diferentes puntos de la ciudad, desde el Parque Industrial hasta las inmediaciones del cementerio. Sin embargo, fue una vecina quien finalmente ayudó a retener al ciervo, permitiendo que el personal municipal pudiera asistirlo.
Lamentablemente, el animal había sido atacado por perros, lo que complicó gravemente su estado de salud. “Aunque externamente no parecía tener muchas heridas, tenía lesiones internas que comprometieron su sistema respiratorio. Ayer por la tarde, sufrió una hemorragia pulmonar y no resistió”, explicó Pfaffen.

La expansión de especies exóticas
La aparición de guazunchos en Rafaela no es un fenómeno aislado. Pfaffen explicó que estos animales, originarios de Asia, fueron introducidos en el país a través de los cotos de caza, principalmente en la región del Litoral. Una vez liberados o escapados, comenzaron a reproducirse en el medio natural, extendiéndose a áreas como las islas del río Paraná y algunas zonas rurales de la provincia de Santa Fe. “Si bien ahora está más controlado, una vez que se introducen algunos ejemplares, es muy difícil evitar que se reproduzcan y se expandan”, señaló.
Estos ciervos herbívoros, adaptados tanto al frío como a otros climas, pueden causar problemas en regiones donde su población crece desmedidamente. “En algunas zonas, como Corrientes, aunque no están oficialmente declarados plaga, ya se los considera así debido a los daños que generan en los sembrados y pasturas”, explicó Pfaffen.
Recomendaciones para la ciudadanía
Ante la posibilidad de que aparezcan más ejemplares de guazuncho u otros animales silvestres en Rafaela, Pfaffen hizo hincapié en la importancia de no intentar capturarlos ni acercarse demasiado. “No son animales peligrosos, pero pueden reaccionar de forma imprevisible si se sienten acorralados o asustados. La recomendación es no tocarlos, no correrlos, y contactarse inmediatamente con Zoonosis o la GUR para que podamos proceder de forma segura”, concluyó Pfaffen.
El caso del guazuncho en Rafaela evidencia un fenómeno más amplio: la expansión de especies exóticas que, en busca de alimento y refugio, están llegando cada vez más cerca de las ciudades.