En varias oportunidades desde Diario CASTELLANOS hemos hecho referencia, en nuestra ciudad, a la actualidad del sector inmobiliario, ya sea desde el lado de la oferta y demanda, los precios, la necesidad de un incentivo para que el sector privado se vuelque a invertir en el rubro y así generar mayor oferta. Ello impactaría directamente en el mercado, entre tantos otros temas. Más allá de la actual realidad, hoy nos toca volver a insistir en el mismo tema y sobre todo poder llevar un poco de claridad respecto a lo sucedido durante las semanas anteriores a la Ley de Alquileres.
Desde el sector ya reconocieron a este medio que la misma no hace más que corregir pequeños aspectos, en una ley que trajo sólo dolores de cabeza, la cual se pensó que iba a llegar a solucionar problemas de fondo, pero lo que generó fue todo lo contrario, solamente incrementar la escasez de ofertas para que las personas consigan un techo donde poder vivir.
Los cambios
A través del Decreto N° 533/2023, estas modificaciones fueron oficializadas por el Poder Ejecutivo y la norma "entrará en vigencia el día siguiente al de su publicación en el Boletín Oficial", es decir, el miércoles 18 de octubre de 2023, y "resultará de aplicación para los ejercicios fiscales 2023 y siguientes", según establece el Artículo N° 12 de la Ley.
En función de ello, desde CASTELLANOS vamos a repasar los principales cambios que se introdujeron con esta nueva Ley a fin de evitar cualquier tipo de acción en caso de incumplimiento, especialmente respecto a la publicación en moneda nacional.
En primer lugar debemos reconocer que tal cual lo estableció la primera ley de alquileres, los contratos que se realicen para locación habitacional continuarán con el plazo mínimo de tres años de vigencia.
Ahora es cuando comienzan a notarse algunos cambios respecto a esta primera ley, la cual establecía incrementos anuales, pero bajo la actualización de la misma, se llegó a la determinación que los incrementos se lleven adelante dos veces al año, o sea de forma semestral.
Otra de las modificaciones que se introdujeron es respecto al índice sobre el cual se ajustará el incremento del alquiler. Cabe recordar que las actualizaciones de los costos de alquileres se basaban en el ICL (Índice para Contratos de Locación), pero que a partir de la semana anterior, la actualización de los mismos será en base al ICP (Índice de Casa Propia).
Dentro de los cambios también se plantean incentivos impositivos para los propietarios que alquilan sus viviendas. Allí se establece que los ingresos provenientes de locación de hasta dos inmuebles estarán exentos del pago del monotributo.
Por otro lado, las partes podrán deducir del Impuesto a las Ganancias la suma equivalente al 10% del monto anual del contrato de locación. Tampoco pagarán el impuesto al cheque en las cuentas bancarias destinadas a cobrar esos contratos que se encuentren debidamente registrados ante la AFIP.
En esta nueva normativa se establece que el precio del alquiler del inmueble con destino habitacional debe fijarse como valor único, en moneda nacional, y por períodos mensuales, con lo cual se prohíbe los contratos en otro tipo de moneda como por ejemplo el dólar.
Toda publicidad, en cualquier medio o plataforma, que incluya precio de locaciones de inmuebles con destino habitacional deberá realizarse en moneda nacional. La nueva Ley establece la prohibición de publicar avisos con precios en dólares.
Persisten los problemas de fondo
El agente inmobiliario de Remax Confianza, José Griglio, dejó su mirada respecto a las actualizaciones que introduce esta nueva Ley y fue claro al señalar que "es más de lo mismo". Para el Broker de la reconocida inmobiliaria, esta Ley no trae las soluciones de fondo que realmente necesita el mercado y sobre todo el sector.
Griglio admitió que a lo mejor el nuevo índice pueda "ajustar o impactar menos", ya que el nuevo cálculo se basa en diferentes variables, "pero el problema de fondo que es aumentar la oferta para que el mercado pueda estar más competitivo y los precios arranquen más abajo, no lo hacen".
Obviamente que este tipo de medidas buscan llevar cierto alivio a los inquilinos y sobre todo generar un mercado competitivo para que el sector privado se vuelque a generar mayor oferta, pero que en definitiva, los resultados terminan siendo contrarios a esta premisa. "Es muy difícil salir y explicar esto ya que después otros dicen que uno quiere defender a los propietarios. No quiero defender a los propietarios, quiero un mercado libre y que el tipo que va a construir una casa tenga una mejor renta, entonces eso motivará a que tenga mayores propiedades para destinar al alquiler, lo que en definitiva terminará impactando en mayor trabajo para los albañiles, corralones, y a una serie de negocios relacionados, pero de esta manera no se puede", finalizó el agente inmobiliario de Remax Confianza.