En la ciudad se creó un grupo llamado Verdad y Justicia Rafaela, conformado por familiares de personas que han sido denunciadas por violencia de género. Las mismas manifiestan que las acusaciones son falsas y varias veces se han convocado frente a Tribunales para pedir justicia, incluso hasta han acampado, sin tener respuesta alguna.
Más allá de que los sistemas de justicia actuales demostraron se ineficaces para atender y dar respuestas rápidas a las necesidades comunes de la gente, ahora parece que tiene la presión de la palabra contra la palabra. En este último tiempo se tuvieron lugar marchas y pedidos por justicia sin una perspectiva de género, en donde la víctima siempre resulta ser la mujer y el victimario el hombre. Claramente no siempre es así. Es un tema delicado, ya que si un masculino sufre violencia, es algo que no tiene peso ante la ley e incluso hasta puede parecer un tema de burla.
La justicia de este país parece que no sólo tiene problemas de lentitud para resolver casos, sino que actualmente no se consideran las pruebas necesarias para distinguir a las verdaderas víctimas. Es difícil creer en la ley, sobre todo si está sugestionada por el peso de los medios, las opiniones públicas y la sociedad en sí.
Diario CASTELLANOS estuvo en contacto con el abogado Pablo Mosconi, quien confirma que existen las falsas denuncias de género, y explicó correctamente que ha intervenido en varios casos en los que efectivamente se acreditó que la persona que denunciaba no decía la verdad. "Por datos no podemos descartar estas hipótesis, pero tampoco podemos decir que todas las denuncias sean falsas", comentó el abogado.
Alzar la voz
No solo a nivel local, sino provincial y nacional también, existe cierto sector de la población vinculado con familiares de personas que están detenidas, que están 'alzando la voz', manifestando y reclamando, en orden, a los criterios que viene manejando la justicia sobre lo que es la valoración de las pruebas con perspectiva de género. "Es una cuestión que nos tiene preocupados a los abogados que ejercemos la profesión de manera liberal y nos toca defender a personas que están acusadas", aludió Pablo y añadió que la primera postura de la justicia es "no podemos dudar de lo que dice la víctima", entonces la carga de demostrar la inocencia pasa al imputado, "debemos demostrar que no fue el autor del hecho. Creo que es el gran desafío que se presenta hoy en el derecho penal, la convivencia de estas dos cosas, el derecho a la inocencia que tiene el acusado con valorar el caso con perspectiva de género de tal manera que no se vean vulnerados los derechos de la víctima, pero tampoco los derechos del acusado".
La palabra contra la palabra
Por el nivel de las comunicaciones cotidianas y los medios electrónicos, prácticamente el gran porcentaje de las conversaciones se hacen a través de dispositivos, por lo tanto todo queda registrado, y son admitidos como prueba ante un Tribunal. Sin embargo, cuando existe algún tipo de violencia, suelen ser hechos que ocurren en la intimidad, cuando no hay testigos. "Esto justamente pone sobre la mesa la versión de la denunciante en contra de la del imputado, es la palabra contra la palabra", señaló el abogado. Es en esos casos donde entra la perspectiva de género, la cual parece que le da la prioridad y preponderancia a la declaración de la víctima. "Es muy difícil demostrar la inocencia del imputado en estos casos. Tiene que haber una prueba muy contundente que al acusado lo aleje del lugar o de la escena, teniendo en cuenta esa misma situación de la perspectiva de género", enfatizó Mosconi.
Un trauma es una herida duradera que puede ser provocada por variadas situaciones, al respecto Pablo comentó que "a veces hay ciertas imprecisiones e inconsistencias en el relato de la víctima que son contempladas dentro de la teoría como parte del trauma que puede sufrir la víctima en caso de abuso sexual, y por lo tanto no afectan la credibilidad del testimonio, eso opera en perjuicio del acusado. Hay veces donde la víctima cambia sus versiones, fechas, situaciones y sin embargo sigue teniendo credibilidad por esta postura o perspectiva, sobre la elaboración de la prueba".
El abogado también comentó que el principio del Estado debe estar disponible a escuchar a quien resulta víctima de un delito de abuso sexual, creerle en lo que diga y llevar adelante la investigación correspondiente. "Esto es una manera de compensar lo que ocurría hace muchos años en donde la mujer se presentaba en una comisaría y el funcionario policial desalentaba la denuncia, tanto sea como violencia física como sexual".
"Hoy la conducta del Estado es otra, partimos de la idea de que la víctima dice la verdad y en función de eso se avanza con la investigación. Depende del tipo de delito de que se trate, la persona puede quedar detenida, como máximo cuatro días y luego un juez decide si queda en prisión preventiva hasta el juicio o no", finalizó Pablo.
Está claro que la justicia es completamente incompetente, no lleva sus labores como debe ser, parece ser ciega ante los derechos humanos que todos tenemos, y que podemos y debemos ejercer. Las familias rafaelinas seguirán reclamando por la liberación de los acusados inocentes, por una justicia sin perspectiva de género y por la verdad.