Se trata de un libro/cuaderno escrito por la actriz rafaelina que recopila historias reales sobre gente que se ocupa de salvar y proteger animales abandonados. Fue presentado durante 2022 y está disponible en las principales librerías de la ciudad.
Mencionar el nombre de Teresita Tosco es hablar del latido sensible de una artista que nunca está ausente. Como se ha mencionado oportunamente en este Diario, en el mes de marzo de 2022, "La Tere" presentó en el Teatro Lasserre un libro relacionado con una de sus pasiones: las mascotas.
En el prólogo, la autora comenta que "el Dr. Omar Vecchioli, quien también era rescatista, la incentivó a que los lleve a papel. Estos trabajos fueron transformando en relato, a modo de reconocimiento, a los hombres y mujeres rafaelinas involucradas aún hoy, por amor a los animales, para promover las buenas intenciones". Así, el cuaderno fue editado en la gráfica de Diario La Opinión, con la convicción de que era necesario que esté en manos de la gente. Aquellos fieles oyentes de Teresita en la radio, ahora también tienen la oportunidad de ser lectores de su obra escrita.
"Son perros que se transformaron en cuentos porque aparecieron en situaciones que viví hace años junto a un grupo de personas interesadas en rescatarlos de la calle, y con quienes organizamos una agrupación que se llama 'El Amparo'. No son cuentos para niños, son para leer en familia con los chicos presentes para que conversen acerca de lo que significa criar una mascota; no un libro sino un cuaderno con espacio para que quien lo lea, niños o adultos, hagan su propia ilustración de la anécdota o inventen otro final, o lo que se le ocurra. Los 'perros cuentos' pertenecen a nuestro lugar en el mundo".
Estas historias nos trasladan a una realidad cercana y nos invitan a repensar el cuidado de nuestras propias mascotas, encontrándole un sentido aún más importante. Al leerlas recordamos momentos, anécdotas que compartimos. Además, demuestran la necesidad de reflexionar sobre cómo actuar frente a perros en situación de calle, colaborando con los rescatistas, ayudando desde lo mínimo hasta lo máximo: colocar en la vereda recipientes con agua y, en lo posible, comida; llamar a los números disponibles si observamos algún animal herido deambulando, o si somos testigos de un accidente; o mejor adoptar, un paso enorme y comprometido con la causa.