Luego de varias reuniones de trabajo con el ministro de Comercio Interior, Roberto Feletti, los molineros acordaron no adherir al fideicomiso propuesto por el Gobierno Nacional. En un comunicado oficial, la Asociación de Pequeñas y Medianas Industrias Molineras decidió que no será parte del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino.
"No cumplen con los objetivos y nos ponen en riesgo", dicen desde la entidad. Recordaron que así sucedió con la exOncca (Oficina de Control Comercial Agropecuario). "Dilapidó grandes sumas de dinero de los argentinos. Estas políticas generaron un efecto contrario al anunciado", explicaron.
Con estas medidas, no solo el precio del pan no se redujo, sino que tampoco la totalidad de las compensaciones acordadas se abonaron en tiempo y en forma. "Esto favoreció la concentración del sector", insistieron los molineros.
"Ninguna PyME puede vender por debajo de sus costos"
Los mecanismos de reintegros y los requisitos exigidos para participar del Fideicomiso que se pretende, son de imposible cumplimiento para las PyMEs. El régimen nuevamente, propone vender la harina a precio subsidiado (por debajo del costo de fabricación), para luego recibir una compensación por parte del Estado. Lo hace sin considerar que el trigo es la variable con mayor riesgo de predictibilidad en el mundo de hoy.
"Ninguna PyME puede vender por debajo de sus costos de producción y aguardar el pago incierto de los desembolsos", explicaron desde Apymimra. Esta entidad representa a industrias de características familiares que constituyen el corazón productivo de las comunidades del interior.
"Sabemos que hay métodos más eficaces para ayudar a los sectores más vulnerables, como la Tarjeta Alimentar, que asegura la llegada directa al necesitado, explicaron.
"Quieren subsidiar todo"
Para la industria molinera, el Fideicomiso se ha convertido en un extraño mecanismo elaborado para solventar otros fines. "Este instrumento no solo subsidiaría la harina para el pan de consumo de la familia vulnerable, además propone subsidiar especialidades", dicen.
Entre ellas, la harinas 0000 y tapera, semolín, premezclas y harinas integrales, que se vinculan a panificados más refinados. "Estos son consumidos por sectores de alto poder adquisitivo, o son utilizados por los mismos grandes molinos que elaboren ese tipo de productos o especialidades", concluyeron.
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