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Agro

Julio finalizó con una alarma por la ausencia de lluvias y en agosto ya se juega otro partido

Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el mes pasado marcó 0,9 milímetros como promedio en la zona agrícola núcleo, lo que afectó el desarrollo del trigo; hubo precipitaciones el viernes y ayer sábado.

El mes de julio cerró con un registro inédito en la zona agrícola núcleo en materia de lluvias: se registró menos de 1 milímetros, según un informe realizado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

En rigor, salvo las lluvias del viernes último y la madrugada de este sábado ya correspondientes a agosto, las precipitaciones en esa región vienen escasas prácticamente desde marzo último. La situación, junto a las muy bajas temperaturas, puso en apuros al trigo, cuyo desarrollo se vio ralentizado.

"Julio de 2024 será recordado como el mes que dejó menos de un milímetro en la región núcleo. Mientras que los promedios de los últimos 30 años muestran valores mensuales de precipitación de entre 10 y 45 milímetros, este año apenas se registraron 0,9 milímetros como promedio de la red de estaciones GEA/BCR para todo el mes", señaló la BCR, que tiene estaciones meteorológicas en distintos puntos de la región.

Como se dijo desde finales de marzo pasado no se registraban lluvias significativas en la región y la falta de agua se agravó. Para la BCR esta situación impactó en el trigo y puso en riesgo el potencial de la campaña agrícola.

"La falta de lluvias ha dejado al 10% del trigo en condiciones de regular a malo. Del trigo sembrado, el 2% está en mal estado, el 8% en estado regular, mientras que el 15% se mantiene en muy buen estado y el resto en condiciones buenas", reportó la BCR.

De acuerdo con la organización, las zonas más afectadas incluyen el norte de Buenos Aires, específicamente el nordeste. "En localidades como Pergamino, el tiempo seco y frío ha sido devastador en cultivos como cebada, arveja, lenteja y crucíferas entre otros. El trigo es el que mejor se lleva con el frío, pero aún así, ya está siendo severamente afectado", indicó.

Según la BCR, en el noroeste bonaerense los lotes más críticos son las siembras de julio y los terrenos con menor aptitud. "En General Pinto, los sembrados de julio tardaron más de 20 días en nacer y ahora están en riesgo por la falta de agua. Los productores temen problemas significativos si se producen nuevas heladas tras los próximos días de temperaturas primaverales", señaló.

La BCR también había indicado que se requerían entre 15 y 20 milímetros de precipitación para que los cultivos retomaran el crecimiento y no se afectara el potencial.

En esta línea, datos de lluvias relevados por Zeni mostraron que hubo precipitaciones en distintos lugares de la provincia de Buenos Aires. Entre otros, en Palemón Huergo 40 mm; Chacabuco, 20 mm; Alberti, 30; Chivilcoy, 30 mm; Benítez, 37; San Andrés de Giles, 20; Roque Pérez, 32; Salto entre 30 y 50 mm.

"Llovió entre 30 y 40 mm en la zona. Quizás tarde para tomar algunas decisiones, pero a tiempo para los cultivos en marcha. Buen comienzo de agosto", indicó en X Sergio Grosso, un ingeniero agrónomo en la región de Salto.

En Santa Fe se registraron, en Godeken, 12 mm; en Firmat, 27; La Puerta, 6; Elortondo, 9; Cañada de Ucle, 22; Las Parejas, 20 mm. Otros registros que se conocieron a través de productores fueron: Casilda, 18 mm; Las Rosas, 16 mm; Cañada de Gómez, 14,5 mm; Armstrong, 10,4 mm. En la provincia de Córdoba algunos reportes fueron: Marcos Juárez, 16 mm; General Roca, 12 mm; Noetinger, 22 mm; Inriville, 13 mm.

Lo que viene

Más allá de que las lluvias pueden servir al trigo implantado, también permiten sumar milímetros para la próxima siembra de maíz, que se iniciará el mes próximo.

Hay expectativas sobre este cultivo luego que en la campaña 2023/2024 se registrara una fuerte pérdida productiva a causa de la plaga de la chicharrita. Al respecto, la BCR dijo sobre la situación en la zona agrícola núcleo: "Julio también marca el final de la cosecha del maíz tardío en la región núcleo, confirmando que la chicharrita le ha arrebatado un millón de toneladas. El rendimiento promedio pasó de 90 a 70 quintales por hectárea. La producción total de maíz de la región se quedó en 14,5 millones de toneladas, en lugar de alcanzar un posible récord de 15,5 millones".

Agregó: "El sector más castigado por la chicharrita fue el centro-sur santafesino, con rendimientos promedio entre 20 y 50 quintales por hectárea y lotes con pérdidas totales. En otras áreas, como el sur de Santa Fe y el sudeste de Córdoba, los rendimientos fueron variados, pero aún impactados por la plaga y la falta de agua".

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