Con un sinfín de preguntas y apenas un manojo de respuestas, muchos productores pudieron concretar sus planteos agrícolas con estrategias de manejo acertivas para afrontar una campaña con 3 sequías consecutivas. Las siembras tardías y las precipitaciones de febrero y marzo son prometedoras para aspirar a rendimientos aceptables.
En términos generales, la gruesa está de regular a mala en el centro y este pero mejorando en sur y oeste. Representantes de los distintos Nodos Regionales de Aapresid compartieron su experiencia y adelantaron expectativas de rindes en los principales cultivos.
Nodos Sur y Oeste: una cosecha que todavía promete
Con buen manejo y unos 700 mm de promedio anual de precipitaciones, el estado de los cultivos en la Regional Bahía Blanca es excelente dada la situación que se vive. El deterioro en lotes con tosca es irreversible, pero en suelos más profundos la situación es favorable.
Atrás de un arduo trabajo de ingeniería a la siembra, se esperan en girasol rindes algo superiores a los del año pasado, donde la siembra directa juega un rol clave en su estabilización. Para el maíz, si bien no llegarán a igualar la campaña previa, hay optimismo de lograr unos kilos más si sigue lloviendo.
En el corazón de La Pampa, "la gruesa está bajo la lupa pero aspira a rindes promedio". Las siembras tardías con bajas densidades pudieron mitigar el estrés; aún así, muchos girasoles quedaron enanos, con capítulos pequeños, pocos granos o vacíos debido a las altas temperaturas. Las sojas presentan menor desarrollo de nudos y los maíces, acortamiento de entrenudos. Si bien este panorama anuncia que las mermas en los rindes son un hecho, las lluvias de fines de enero fueron oportunas y se ven mejoras en los cultivos.
El Centro: semáforo amarillo
En el oeste bonaerense "todas las fichas están puestas en las siembras tardías". En la Regional Bragado-Chivilcoy los maíces tardíos podrían mantener buen potencial si se regulariza el régimen de lluvias, ya que el período crítico cayó fuera del estrés. Los tempranos ya están definidos y con grandes mermas. La soja vivió la misma película y el estado es tan variado como lo fue la distribución de las lluvias. Las cartas están sobre la mesa y queda esperar a que todo termine de la mejor manera.
La zona de influencia de la Regional Venado Tuerto no contó con mejor suerte y los cultivos tempranos están de regular a malos. Los maíces metieron período crítico en diciembre, no llovió y el golpe de calor destrozó a la polinización, mientras que las sojas sufrieron en floración el aborto de flores y vainas. Será clave que siga lloviendo para estabilizar rindes, que ya muestran mermas del 70% en maíz y 50% en soja de 1ra.
El Litoral, una zona devastada
Con un 40% menos de precipitaciones que lo normal, los socios de la Regional Paraná no tienen palabras para describir la situación. Las expectativas de rendimiento de todos los cultivos están muy por debajo de la media provincial.
Muchos lotes de sorgo y maíz de 1ra ya tienen destino a pastoreo directo, picado o rollos. El maíz de 2da o tardío está en su fase final y tuvo un repunte de regular a bueno, pero siguen en alerta con temor de daño por heladas tempranas en llenado.
Las leguminosas se llevan la peor parte. La superficie de soja se redujo enormemente y lo que se pudo hacer fue fuera de fecha. En Entre Ríos se esperan los peores rindes de soja en los últimos 10 años y muchos lotes ni siquiera se podrán levantar. Asimismo, el girasol se está cosechando con 600 kilos menos que el promedio, pero con suerte a full cosecha.
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