08.53 El presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), una de las entidades más críticas que integra la Mesa de Enlace, se refirió a cada uno de los temas que generaron tensión durante la última semana.
¿Por qué se inició el año con tanta tirantez entre el campo y el Gobierno?
El año comenzó con muchos temas conflictivos y llegamos a un punto donde el productor agropecuario necesitaba una definición clara. Por ejemplo en el conflicto por la exportación de carne vacuna es algo en lo que se ha avanzado porque no podemos decir que estamos igual que hace meses atrás, ya que la liberación de las categorías de vaca a China son un avance, pero estamos lejos del objetivo planteado que es la liberación total de las exportaciones: restan los 7 cortes y la categoría C de vaca que nosotros pedimos que no se intervenga más. El Gobierno dice que no es así, pero hay una seudo intervención y un control de los mercados que no compartimos para nada.
¿Cómo tomaron la designación de Matías Lestani como nuevo secretario de Agricultura?
Tuvimos un debate fuerte en nuestra entidad, donde Matías Lestani fue tomado por el Gobierno como técnico y eso generó un enorme conflicto interno, sobre todo por la desprolijidad de cómo se realizó ese anuncio de parte de Lestani hacia CRA. Por supuesto que cada uno es dueño de tomar las decisiones que quiere en la vida, pero lo que se cuestiona concretamente es la forma en que nos avisó que se iba. Además no deja de preocuparnos que la información que tiene Matías pueda ser usada dentro del Gobierno. Lamentablemente no hemos tenido las herramientas para poder evitar esto.
¿Qué fue lo que generó la salida del Consejo Agroindustrial?
Nos retiramos 3 de las 4 entidades gremiales, del Consejo Agroindustrial Argentino. No es un conflicto nuevo, eso lleva mucho tiempo. No estábamos cómodos, no sentíamos que éramos partícipes de las decisiones. Esto se fue agravando porque el sector exportador e industrial tienen mayor llegada al Gobierno, mayor capacidad de decisión y la gota que rebalsó el vaso fue la definición del fideicomiso de maíz y trigo donde se demostró que además de no ser partícipes de las decisiones, íbamos a tener que poner la plata para que el fondo de esos dos fideicomisos funcionen. Pueden ponerle el nombre que quieran, pero la plata iba a terminar saliendo del bolsillo de los productores. Esto generó un clima que no ayuda a lo que necesitamos, que es tranquilidad, confianza y previsibilidad para que pueda evolucionar el sector productivo.
Los equipos técnicos de las entidades acordaron varias medidas para el sector, ¿eso debieron hacerlo los presidentes de las entidades?
El Gobierno colocó a los técnicos en un lugar incómodo y eso fue lo que desató el conflicto. No se si era la intención, pero esa situación no debió haber existido. Si bien no hubo ninguna decisión a través de esa minuta firmada, fue una reunión técnica que generó malestar y sospechas sobre la situación personal que se generó con Lestani dentro de CRA.
Los indicadores económicos de la Argentina muestran que mucha gente sufre, mientras el productor agropecuario en muchos casos no tuvo un mal año. Ante esta realidad, ¿hay lugar para un conflicto?
Esa es la realidad que ve el Gobierno, la de las pizarras con buenos precios internacionales de los granos, pero eso no significa que la situación del productor sea buena. También se elevó mucho el costo de producción y ni hablar de la carga impositiva que venimos soportando. Que podamos vender, exportar y conseguir nuevos mercados es muy bueno, pero quizá los beneficios los reciba más el estado que el productor. Nosotros no somos ajenos a la situación crítica que existe en el país, fundamentalmente porque debemos sostener un capital importante para seguir produciendo. Sabemos perfectamente que la situación social es critica, pero estamos seguros que el campo siempre estuvo colaborando con el país en los momentos de crisis. Sin ir mas lejos, al no poder exportar los 7 cortes soportamos esta situación y aportamos a la solución. Queremos que se vea la realidad, de que el campo no es un sector que esta por fuera de la crisis, sino que la sufre igual que todos. A veces no se nota porque los montos que muestra el Gobierno provocan que se piense: ¿Cómo vamos a estar mal, si se esta vendiendo y exportando? Pero la verdad es que muchos negocios aún vendiendo se terminan fundiendo. El tema es que los márgenes quedan muy comprometidos y con una carga impositiva como la que sufrimos es difícil seguir adelante. (Ámbito)
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