En las primeras horas de la tarde del este 17 de octubre, se dio a conocer la triste noticia del fallecimiento del Padre Antonio Izquierdo. El sacerdote, querido y recordado por las distintas comunidades en las que prestó su servicio, dejó un legado imborrable de fe, entrega y cercanía con la feligresía.
El Padre Antonio ejerció su ministerio en diversas parroquias de la Diócesis, destacándose especialmente en las localidades de Sunchales, Colonia Aldao y otras cercanas, donde logró estrechar vínculos profundos con los fieles a través de su predicación y la difusión incansable de la palabra de Dios. Incluso después de su jubilación, continuó colaborando activamente en las parroquias, prestando su ayuda a los párrocos hasta que su salud comenzó a deteriorarse.
En sus últimos tiempos, residió en un hogar geriátrico de Colonia Aldao, desde donde fue hospitalizado en las últimas semanas debido a complicaciones de salud. Lamentablemente, su vida terrenal llegó a su fin este jueves, dejando un profundo vacío en las comunidades que tanto lo apreciaban.
Un adiós en su comunidad
El velatorio del Padre Antonio comenzará en la Parroquia “San Camilo” de Colonia Aldao, donde residió en sus últimos años. A las 20:00 horas de hoy, se celebrará una Santa Misa en su honor, momento en el que la comunidad podrá despedirse de su querido sacerdote.
Posteriormente, en la madrugada del viernes, sus restos serán trasladados a la Parroquia “San Carlos” de Sunchales, lugar donde también ejerció su ministerio. Allí, a las 10:00 horas, el Obispo de la Diócesis presidirá la Misa Exequial, un momento de oración y gratitud por la vida y obra del Padre Antonio.
Sepultura en la Abadía Benedictina
Al finalizar la misa en Sunchales, los restos del Padre Antonio Izquierdo serán sepultados en el Cementerio Sacerdotal de la Abadía Benedictina, un lugar de descanso reservado para quienes dedicaron su vida al servicio de Dios y de la Iglesia.
El legado del Padre Antonio perdurará en las memorias y corazones de todos aquellos que tuvieron la bendición de conocerlo y aprender de su fe y compromiso inquebrantable. Damos gracias a Dios por su vida y su ministerio, y nos unimos en oración por su eterno descanso.