El gobernador Maximiliano Pullaro consiguió este jueves que la Legislatura de Santa Fe apruebe uno de los principales proyectos que el radical tenía en carpeta; la reforma judicial que prevé la ampliación de la Corte Suprema a siete miembros y cesantía automática para los jueces que cumplan 75 años, salvo acuerdo legislativo a propuesta del gobernador.
De esta manera, cinco de los seis jueces que integran el Máximo Tribunal y superan el tope de edad quedarían a tiro de decreto para su remoción, según la interpretación en la que coincidían oficialistas y opositores.
De esta manera, Pullaro obtuvo algo más que una ley muy importante, la consolidación de una mayoría ampliada con el bloque de Perotti y de la izquierda que lo deja a las puertas de conseguir la Reforma Constitucional que le permita la reelección y que la tratarían en la próxima sesión. El ministro de Gobierno, Fabián Bastía, sigue el tema al milímetro.
A diferencia del tratamiento de la reforma previsional que terminó en escándalo y con violencia en la puerta de la Legislatura, la reforma a la Corte se aprobó con 34 votos a favor, 12 en contra y a último momento se abstuvo Omar Paredes del bloque de Amalia Granata que sorprendió a sus compañeros de bancada.
Es que la diputada de Somos Vida fue una de las más aguerridas en contra del proyecto oficialista. En su alegato, dijo que la Legislatura se había convertido en «una escribanía» y al gobernador lo nombró como Gildo Pullaro, por el mandatario formoseño: «me da mucho miedo porque vamos camino a una monarquía», señaló Granata.
Por otra parte, el peronismo no perottista votó en contra de Pullaro: «Es un atropello a la institucionalidad y hay riesgos de una conformación genuflexa a los intereses del gobernador con una Corte que le responda», consideró el diputado de Lewandowski, Miguel Rabbia. Amalia Granata se le burló al ex gobernador: «no se si es peronista o de Unidos». Fuente: La Política Online.