Sin sobresaltos ni sorpresas. Todo correcto. «Sin salirse ni un milímetro del libreto. Discursos muy preparados. Demasiado». «El formato y mucho ‘coucheo’ impidieron ponerle algo de pimienta al estofado» describió un analista al final del debate. «Algunos cruces, algunas respuestas, algunas plaquitas… y no mucho más» dijo otro que esperaba algo más «sanguíneo». «Faltó un tema fundamental: el medioambiental» se lamentó un estudioso de la Ciencia Política recordando que, poco tiempo atrás, los incendios en las islas frente a Rosario, la Defensa de los Humedales era un tema que marcaba agenda. Hoy pareciera haber quedado en el olvido.
Algunas conclusiones primeras del debate de los candidatos a Gobernador. Cuando las cámaras se apagaron, las redes sociales ya ardían. Cada sector daba como ganador a su candidato. Profundizando, editando o subrayando alguna que otra chicana que se vio en el programa. Aplaudiendo al que «sin lugar a dudas fue el que mejor desempeño tuvo». En definitiva, el folklore que impone la lógica de una comunicación interactiva e inmediata de los últimos años.
Santa Fe, sin necesidad de una ley que lo vuelva obligatorio, tuvo este domingo su tercer debate televisado entre los candidatos a Gobernador. Este año no rompió esa muy sana y democrática tradición. Luego vendrá el debate sobre el debate. Si sirvió o no. A quién… Si decidió el voto o no de un ciudadano cuyas preocupaciones y realidades se encuentran a kilómetros de distancia. Aunque no por ello se debe dejar de subrayar: es importante que tenga la posibilidad de escuchar las propuestas de boca de los candidatos. Uno de ellos será el que gobernará la Provincia de Santa Fe durante los próximos cuatro años.
De izquierda a derecha de la pantalla (según el azar supo colocar) se pudo observar, detrás de un atril y durante algo más de hora y media, a Maximiliano Pullaro (Unidos para Cambiar Santa Fe), Carla Deiana (Frente de Izquierda), Edelvino Bodoira (Viva La Libertad) y Marcelo Lewandowski (Juntos Avancemos). Los cuatro candidatos que pasaron las PASO de julio.
El formato (al que algunos tildaron «muy rígido») propuso cuatro tópicos: 1) Seguridad y Justicia 2) Economía y Desarrollo Productivo 3) Políticas sociales de Género y Diversidad y Salud 4) Educación. Y un cierre final. Cada uno tenía 2 minutos para exponer sus propuestas en cada tema. Luego la posibilidad de un minuto más para responder a algún otro candidato o ampliar sus ideas y una tercera instancia de 30 segundos más al final de cada ítem, si hacía falta redondear o contestar. Al final del programa, un minuto para el cierre. El minuto de oro: mirar a cámara y hablarle directamente al electorado.
Básicamente: Pullaro, tranquilo (¿un tanto cansado?) subrayando: «Soy un apasionado de la política». «Aprendí del mejor», de Miguel Lifschitz. «Somos los candidatos del cambio». Dando una idea de equipo, más propositivo, sin querer arriesgar mucho. En todo momento recordó a Lewandowski su pertenencia al «kirchnerismo» y al «perottismo». Con la comodidad de medio millón de votos de diferencia en las PASO, no tenía por qué prenderse en chicanas. A grandes rasgos lo consiguió. Usó el minuto de oro final para traccionar votos a su lista de diputados que encabeza Clara García y a los candidatos al Senado de los 19 departamentos.
Deiana, no se salió del libreto del que se esperaba de ella y aprovechó el espacio para decir lo que tenía que decir con un discurso coherente, datos concretos, tirando dardos para todos lados y hablándole a su público que, seguramente, no quedó defraudado. Otro que también tenía bien definido sus apuntes fue Bodoira quien resaltó en varias oportunidades el valor de la Familia y la religión. No pudo dejar en claro las ideas concretas para la Provincia. Destacó estar en la misma línea que Javier Milei («somos la única opción libertaria»).
Lewandowski fue el más… vehemente. Apostó a «todo por el todo» y a su experiencia como periodista ante las cámaras. Defendió tibiamente los caballitos de batalla de la actual gestión (Billetera Santa Fe, Caminos de la Ruralidad y Boleto Educativo), expuso claramente la propuesta de la construcción de viviendas. En un momento hizo un bollo de papel y lo tiró al piso. Alguno recordó al ex Jefe de Gabinete de Cristina Kirchner, Jorge Capitanich, rompiendo en mil pedazos un ejemplar de Clarín. Le echó la culpa de muchos de los males que atraviesa la provincia a la Cámara de Diputados (de la que Pullaro forma parte) por trabar o haber frenado algunas de los proyectos enviados por el Poder Ejecutivo. Destacó no tener «ninguna jefatura a la que responder». No pidió el voto para candidatos de otras categorías, por ejemplo a Perotti en Diputados.
Seguridad y Justicia
Seguridad y Justicia fue el primer punto y quizá donde más «dardos cruzados» hubo entre Pullaro y Lewandowski (los más votados en las PASO).
El primero fue muy crítico con el gobierno de Perotti «decisiones incorrectas que hicieron que aumente el delito y la violencia en Santa Fe». «Perdió el control de la calle». Y brindó algunos ejes de su posible gestión: construcción de una cárcel para albergar 3.000 narcotraficantes, presencia policial en las calles, promoción de la sanción las leyes de narcomenudeo y de derribo, entre otras. Recordó haber encarcelado a las cabezas de las bandas narco y comparó con números cómo dejó el tema de Seguridad al final de su gestión, luego de casi 4 años de Perotti: «en 2022 hubo el doble de homicidios que en 2019».
Lewandowski acusó a Pullaro de cerrar comisarías mientras fue Ministro. Prometió abrirlas, pagarle mejor a la Policía e incorporar tecnología. Resaltó que hoy hay menos delitos que hace 4 años. Invitó a «ver la película y no la foto. Hace 15 años que sufrimos en la provincia la narcocriminalidad con fuerza». Y destacó: «Al delito se lo combate con decisión política. Al delito se lo combate, no se lo administra».
Deiana: centros gratuitos para atender a las personas con adicciones. Bodoira: reciente visita a El Salvador y el «modelo Bukele» para combatir la corrupción.
Economía y Desarrollo Productivo
Lewandowsky resaltó la «recuperación» productiva de la Provincia después de la pandemia. Propuso construir 45 mil viviendas y llevar a $ 15.000 el reintegro de Billetera Santa Fe desde diciembre. Pullaro resaltó el apoyo a las PyMEs, obras de infraestructura como las viales, el desarrollo energético, entre otros. Varias propuestas tributarias como el consenso fiscal, reducción de carga tributaria, eliminación del impuesto a los sellos en algunas actividades e ingresos brutos y los saldos a favor que tienen muchas PyMEs.
Deiana: estatizará el Banco Santa Fe. Bodoira: achicar el Estado Provincial.
Salud y Políticas Sociales
Jerarquizar el trabajo de enfermeras e incentivos a especialidades donde faltan médicos, IAPOS, concretar la historia clínica digital, abordar adicciones, fueron las propuestas de Lewandowski.
Pullaro resaltó las políticas en Salud del Frente Progresista y prometió «recuperar en la provincia de Santa Fe el orgullo que sentimos en algún momento por nuestro Sistema de Salud pública». Prometió también la vuelta del «Plan Abre» y el «Vuelvo a Estudiar», programas estratégicos del Frente Progresista.
Sobre Políticas Sociales, de Género y Diversidad, Bodoira mencionó: «Tenemos que orientar todas estas políticas y lo vamos a hacer sin ideologías. Vamos a cambiarle el nombre al ministerio actual de Igualdad, Diversidad y Género a Ministerio de la Familia».
Deiana: «La mayoría de los hospitales de nuestra provincia están sostenidos con personal precarizado como monotributista. Nos hablan de salud los mismos que la han vaciado».
Educación
Pullaro fue concreto al acusar a Perotti de «abandonar a la educación en la Provincia». Propuso una reforma educativa integral, volver a los 180 días de clase y alfabetización plena. Habló sobre el fin de la no repitencia: «Los docentes van a poder volver a evaluar desde el 10 de diciembre».
Lewandowski prometió la continuidad del Boleto Educativo Gratuito, aumentar el presupuesto en educación (a 33%). Aquí Pullaro lo apuró: «Perotti ejecutó menos del 50%» de los recursos presupuestados para el área. Deiana golpeó a ambos por «empobrecer» la educación. Bodoira bregó una ley en la materia.