Días atrás, en el Hospital "Dr. Jaime Ferré" se llevó a cabo un hecho histórico para la ciudad, al realizarse el primer implante coclear que permitirá mejorarle la calidad de vida a Pedro, un niño de 7 años, que había perdido por completo la audición de su oído izquierdo.
Esta historia con final feliz comenzó hace más de dos años, cuando descubrieron que el niño escuchaba mal tras atravesar constantes otitis. Esto le generó una infección en el oído medio, que se fue agravando con el tiempo, provocando un deterioro y la posterior disminución auditiva. Un fin de semana, Pedro estaba con mareos y vómitos -generados por ese malestar, pero hasta el momento no lo sabían-, lo llevaron a una Guardia donde le inyectaron un medicamento para cortar con esos síntomas. En ese momento le ingresó una bacteria que le paralizó la mitad del cuerpo. De eso pudo recuperarse sin problemas, sin embargo, como consecuencia perdió por completo la audición del lado izquierdo.
Ante ese panorama, comenzaron a visitar una gran cantidad de profesionales de la ciudad y la provincia, sin que ninguno le pueda dar un diagnóstico exacto ni le pueda brindar una solución. Hasta que un día coincidieron con el Dr. Diego Gutiérrez, un otorrinolaringólogo rafaelino que trabaja en Buenos Aires.
Ahí empezó el proceso con quien les brindaría la solución a la enfermedad de Pedro. Le hizo estudios, lo vio y enseguida determinó que lo mejor era el implante. Lo que es mejor aún, y demostró su compromiso, es que se ofreció a venir a operarlo a Rafaela para que el niño pueda sentirse cómodo y volver a su casa cuanto antes.
Después de tanto esperar, la fecha llegó y finalmente el pasado jueves 27 de julio se concretó la operación en el Hospital "Dr. Jaime Ferré". El día más esperado por Pedro y su familia había llegado, la cuenta regresiva se había acabado por completo, los momentos en que Pedro le preguntaba a su mamá cuánto faltaba para que le pongan el "aparatito" -como lo llama él- ya no estaban. Todo se había terminado.
El protagonista dialogó con Diario CASTELLANOS y relató cómo fueron las horas antes de la operación. "Estaba un poco nervioso", reconoció.
En la espera, el día antes, por pedido del médico se tuvo que ir a rapar la zona de la cabeza donde se iba a operar, idea que no le gustó mucho pero tuvo que hacerlo. Incluso, como dato de color, en la nota con Diario CASTELLANOS, su mamá contó que quisieron emparejarle con el otro costado, pero está totalmente negado a eso.
Una vez internado, hicieron de todo para entretenerlo. Sus padres le llevaron una mochila llena de sus cosas para que lo acompañen, en la que había libros para colorear y cuentos, entre otras cosas. Hicieron lo posible para que Pedro se distraiga porque, como contó él, "estaba tranquilo pero a la vez re desesperado" y preguntaba todo el tiempo cuándo iba a iniciar la operación.
Finalmente, el momento llegó, el protagonista de este cuento entró al quirófano con muchos nervios, pero sin perder la risa y las ganas de volver a escuchar normalmente. Con ese ánimo que lo caracteriza, contó que cuando lo ingresaron le pusieron la mascarilla con anestesia para dormirlo, "pero yo seguía hablando, no me dormía", dijo y largó una carcajada. "Pero después sí me hizo dormir", agregó.
Recordó algo que le llamó la atención: para operarlo llegó una caja grande con su nombre, "donde había una valija con muchas cosas y ahí estaba mi aparatito". Sobre eso, la mamá contó: "Uno se imagina que el implante es sólo eso chiquito que le ponen, y en realidad tiene un montón de accesorio y cosas. Llegó una valija grande llena de cajas con las pilas, el audífono que hay que colocarle del lado de afuera. La verdad que re bien preparado, le mandaron de todo ahí adentro, hasta fundas con estampados para cambiarle al audífono externo".
El despertar
Dos horas después, pasadas las 10:00 hs, una vez concluida la intervención y ya en la habitación con sus padres, Pedro abrió los ojos y ya no era el mismo Pedro. Hoy es uno que volverá a escuchar con ambos oídos, que ya no se perderá ninguna clase, sobre todo las de matemática, su materia favorita.
"Cuando me desperté estaban mi mamá y mi papá. Pero adentro del quirófano estaba el Dr. Diego Gutiérrez; la pediatra de Pedro, Dra. Cecilia Barbero; el director del Hospital, Dr. Emilio Scarinci; enfermeros y más gente. Estaban todos esperando que me despierte", manifestó, recordando ese momento.
El después fue de total alegría, los nervios ya habían quedado de lado, si bien todavía queda un largo camino por recorrer, lo más complicado ya pasó.
Una vez que se despertó, pasó un rato más en el nososcomio, donde almorzó fideos -su comida preferida- y jugó al TA TE TI, ganándoles a todos los adversarios que se animaron a enfrentarlo, según contó el invencible Pedro.
"Estoy ansioso por que lo prendan", expresó el niño; y prometió que después va a hacer caso a todo lo que tiene que hacer durante la rehabilitación, "sobre todo para poder escuchar bien en la escuela cuando dictan", cerró. Luego, se fue a jugar, como todo niño de 7 años.
El encendido del "aparatito"
Hasta ahora, a más de diez días de la colocación del implante, Pedro evoluciona favorablemente, según contó el Dr. Diego Gutiérrez, quien lo operó, en diálogo con Diario CASTELLANOS.
El profesional está atento constantemente, contó la madre, quien destacó su predisposición y profesionalismo. De hecho, al sexto día se le quitó el vendaje y el doctor le hizo videollamada para ver al niño y charlar con él.
En tanto, durante el fin de semana llegó el primer control, donde se volvieron a encontrar frente a frente. "La verdad que estaba muy bien, la herida está completamente cicatrizada, no hay ningún tipo de hematoma en el bolsillo donde se coloca el implante, abajo del músculo. La verdad que evolucionó muy favorablemente", expresó el profesional de la salud en diálogo con CASTELLANOS; y agregó: "Fue todo tal cual uno hubiese esperado y hubiese pretendido que suceda".
El encendido del implante se llevará a cabo a finales de este mes, ya que debe ser 28 días después de la operación. En una primera instancia se había informado que el mismo se iba a realizar en Buenos Aires, donde trabaja la audióloga, pero ahora están tratando de organizar para que sea en nuestra ciudad.
Una vez que esté encendido, se va a empezar con la rehabilitación, que será de forma remota con una rehabilitadora en Buenos Aires.
En ese marco, el Dr. Gutiérrez remarcó la importancia de estas dos profesionales, indicando que más allá de la colocación de implante que él hizo, sin el trabajo de la audióloga y la rehabilitadora Pedro no podrá escuchar con sus dos oídos. "Lo más importante en este tipo de procesos es la labor de la audióloga que lo calibra, lo recalibra, lo enciende, le va cambiando el programa, etcétera, etcétera, etcétera, buscando el sonido, subiéndolo en los agudos, bajándolo en los graves, que es un trabajo muy minucioso, hasta encontrar cuál es el nivel de audición o cuáles son los valores de intensidad, de carga eléctrica que uno le tiene que dar al implante para que Pedro escuche de la forma más normal posible. Es un período que hay que ir viéndolo y revisándolo todo el tiempo, porque a medida que va aprendiendo a escuchar con el implante, los valores van bajando y se van acomodando. También el valor y labor de la rehabilitadora, que es la persona que va a hacer que Pedro aprenda a escuchar de vuelta", expresó destacando que la comunicación entre ambas es fundamental.
Por último, explicó que todavía queda un largo tramo por atravesar para que Pedro pueda oír totalmente bien. "No es que pones el implante coclear y la persona ya sale escuchando, es un proceso, tiene que haber un compromiso, tiene que haber una unión de los profesionales de la salud para trabajar en conjunto y nada es mágico, todo lleva un tiempo", cerró.
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