Al hablar de la situación económica de Argentina no se requiere de mucha explicación para saber que es un desastre: los sueldos alcanzan cada vez menos, los alimentos aumentan, al igual que los servicios, combustibles, alquileres, remedios y vestimenta, entre tantas cosas, salvo los salarios. Mucha gente se vio obligada a cambiar de marcas o reducir sus consumos para poder llegar a fin de mes. Ayer, el INDEC brindó los datos del último Índice de la Canasta Básica, el cual indicó que en el mes de junio una familia necesitó $ 232.427 para no ser pobre. Un dinero que en muchas casas no se logra alcanzar.
Ya son pocas las personas que tienen la posibilidad de ahorrar, pero aquellos que pueden hacerlo deciden no hacerlo en pesos, algo coherente teniendo en cuenta su constante devaluación. Los que pueden ahorrar lo hacen en dólares pero ahí también hay un inconveniente, porque la moneda extranjera no para de subir. Ayer, el blue cerró en $ 525, con una brecha del 86,6% respecto al oficial, que cerró en $ 280.
Esta suba del dólar en los últimos días llegó después de cierta estabilidad que se había alcanzado pero que, como era de esperarse, se esfumó enseguida.
Para entender más sobre este panorama, Diario CASTELLANOS dialogó con el economista de nuestra ciudad, Guillermo Briggiler, quien explicó que "lo del dólar es una cuestión que en Argentina se va repitiendo y va ocurriendo casi permanentemente. Se había logrado una cierta estabilidad, lo que ha ocurrido es que la que se logró y la baja de la inflación que se mostró hace unos días, no condice con lo que el mercado va viendo. Si el mercado entiende que el Banco Central va perdiendo reservas, que no se generan nuevas por múltiples cuestiones (entre ellas la sequía o la cuestión de estacionabilidad), hay un gran déficit de la balanza comercial y también de la balanza de capitales".
Continuando con esa idea, indicó que "eso produce que esa ecuación que debería ser equilibrada entre la cantidad de reservas que tiene el Banco Central y la cantidad de pesos circulando se vaya rompiendo, haciendo que el peso valga menos en relación a la cantidad de dólares que tenemos en el BCRA, a eso lo vemos en la calle con la suba del dólar blue". Para que se entienda, traduciéndolo en términos más sencillos, agregó que "la suba del dólar es ese cambio en la ecuación entre los pesos y las reservas que tenemos", que cada vez son menos.
Cada subida del dólar impacta en los precios de la economía en general, principalmente en las tarifas y combustibles. "Nosotros tenemos un desdoblamiento cambiario, es decir un tipo de cambio oficial y un tipo de cambio también intervenido pero más libre que lo vemos en el blue, en el MEP, en el contado con liqui y en las otras 17 cotizaciones que el país tiene. Ese desdoblamiento cambiario hace que la gente esté más mirando el comportamiento del dólar blue que del dólar oficial, que por sí mismo también se viene devaluando en el día a día y hace en el mes una devaluación similar a la de la inflación. Entonces, cuando se amplía la brecha entre el dólar oficial y el dólar libre (blue) implica más inflación, es decir, suba de precios de todos los productos", explicó el economista.
A esto hay que sumarle que el 31 de julio vence el plazo que Argentina consiguió con el Fondo Monetario Internacional para pagar nuevos desembolsos. Esto, según consideró Briggiler, va hacer que todo empeore si no se paga y no se consigue un acuerdo, si no se postergan los pagos o si el FMI no manda fondos para hacerles frente y continuar hacia más adelante. Esta negociación se debe dar lo más rápido posible, para el beneficio de ambas partes, dado que sino en el medio quedarían las elecciones PASO nacionales, ya que el FMI cerrará los primeros días de agosto por unos días por vacaciones de verano en Estados Unidos. El apuro en el FMI está en que el pago se concrete y desde nuestra parte el más interesado en que pase o en llegar a un acuerdo es el ministro de Economía, Sergio Massa, dado que es precandidato a Presidente de la Nación y le conviene llegar a las elecciones con un acuerdo cerrado y una mirada positiva hacia él.
"No sólo que elegimos al Presidente de la Nación, sino que el actual ministro de Economía es uno de los candidatos. Esa situación hace que, por un lado, tengamos la certeza de que cada medida que el Ministro de Economía tome será cuidadosamente pensada porque no solamente afecta a todos los argentinos sino que lo afecta a él en su situación de candidato", expresó al respecto.
Por otro lado, aseguró que "siempre que haya elecciones vamos a estar teñidos de situaciones que el mercado afecte los condicionamientos que un Ministro de Economía ponga o que el mercado le quiera poner. Entonces nos posiciona en una situación bastante complicada".
A modo conclusión, haciendo un análisis general con un poco de humor, dando lugar al "mejor reírse que llorar", manifestó: "Es la bomba perfecta, tenemos inflación, nos falta dinero, el país no crece, el Ministro de Economía es candidato y encima tenemos elecciones. Es bastante compleja la situación que vamos a vivir de acá hasta que esto se vaya definiendo", cerró.
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