18.32 Se trata de Matías Godoy, Ángelo Martino y Matías Catalán, quienes avanzaron con Talleres luego de eliminar a Independiente por penales 4 a 2 tras igualar sin goles en el tiempo reglamentario.

Un cruce entre dos protagonistas que exhibieron la resiliencia suficiente para sortear el tramo complejo del semestre (con despedida de entrenador incluida) y encaminaron la historia con el énfasis ubicado en descollar en la Copa Argentina. Independiente arribaba al encuentro con cinco victorias en fila, las primeras en la tercera etapa de Julio César Falcioni como director técnico; Talleres de Córdoba disfrutaba del invicto ostentado por Javier Gandolfi, con pasado como ayudante de campo de Pedro Caixinha, y sucesor en el cargo mediante un interinato: cuatro victorias y un empate para el Matador desde su aparición en lugar del portugués. Ambos salieron con la determinación necesaria para lograr la clasificación a Semifinales. El primero en avisar fue el Rojo, mediante un tiro libre de Leandro Fernández, actor determinante en su remontada anímica, que se topó con una reacción certera de Alan Aguerre. La reacción del subcampeón vigente de la competencia llegó por intermedio de Diego Valoyes, movedizo en su rol de extremo derecho en el 4-2-3-1. Sin embargo, el colombiano tampoco encontró el destino deseado para su intento cruzado.

Dentro de un contexto que se tornó friccionado, el dominio de Talleres se acentuó a raíz del trabajo preciso de Christian Oliva y Rodrigo Villagra en la zona central del mediocampo. El conjunto cordobés generó riesgo a partir de sendos tiros libres. Luego de un remate desviado de Matías Godoy en posición inmejorable, Rodrigo Garro apostó por un zurdazo combado que exigió una respuesta atinada de Milton Alvarez. Independiente recién logró recomponerse en la última acción de la etapa inicial. Una combinación precisa en la punta izquierda incluyó pases de Tomás Pozzo, Fernández y Lucas González, quien exhibió la lucidez necesaria para vislumbrar el ingreso en soledad de Damián Batallini. El inconveniente radicó en la pifia del futbolista surgido en Argentinos Juniors al momento de la conexión con la pelota, motivo por el cual salió lejos del arco.

La contractura en el isquiotibial izquierdo que había aquejado a Fernández en las semanas previas generó su salida en el inicio del complemento y la aparición del juvenil Nicolás Vallejo (oriundo de Chaco, curiosamente) como acompañante de Leandro Benegas en la delantera de Independiente. De todas maneras, Talleres sostuvo la postura ofensiva y se asentó en terreno rival. Las combinaciones por izquierda entre Enzo Díaz, Francisco Pizzini y Garro fueron moneda corriente, pero el conjunto dirigido por Gandolfi careció de la precisión adecuada en el pase decisivo. El Rojo apelaba a las infracciones como método de corte de los avances e impedía que Alvarez deba intervenir con continuidad para mantener la valla invicta en un equipo que no había recibido tantos en los encuentros previos ante Atlético Tucumán y Vélez.

Un cabezazo desviado de Benegas pareció despertar al equipo comandado técnicamente por Falcioni, artífice del título de Boca en la edición inaugural de la Copa Argentina. Sin embargo, fue apenas un espejismo dentro de un desarrollo que nuevamente favoreció a Talleres. Alvarez debió aparecer con una volada magnífica ante un remate de Godoy y prolongó la definición a los penales. Con el marcador favorable al conjunto cordobés por 2-1, Aguerre se destacó al tapar el tiro cruzado de Juan Manuel Insaurralde. Los posteriores yerros de Garro (estrelló su zurdazo en el palo derecho) y Vallejo (remató desviado) mantuvieron la ventaja del conjunto cordobés, que se benefició de la precisión exhibida por Enzo Díaz y el ingresado Julio Buffarini para repetir su presencia entre los cuatro mejores de la competencia integradora.