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El ángel de la muerte

Por Jorge Ternengo - Famoso piloto motociclista, de una temeridad sin límites. "Diabólico" le llamaba el entendido Henri Lallemand, mientras que para los alemanes era el "ángel de la muerte".
Se trataba de uno de esos adictos a la "embriaguez de la velocidad", que con absoluto desprecio de su integridad, ignora los límites de la física… y de la vida. Como en los casos de Gilles Villeneuve o de Stefan Bellof, su muerte era solo cuestión de poco tiempo. El propio Geoffrey Duke había expresado esta opinión.

Se mató el lunes de Pascua 11 de abril de 1955, disputando la II Coppa d'Oro Shell sobre el circuito Santerno de Imola, al chocar contra un poste en la Curva de la Rivazza cuando recorría el circuito por 20ª vez.

El pequeño y bravo Amm corría con una nueva cuatro cilindros 350 cm3 MV Agusta, marca en la que acababa de ingresar; pero la moto le patinó en ese ángulo de segunda marcha. Su más sensato amigo Ken Kavanagh le había propuesto ofrecer espectáculo sin arriesgar demasiado y decidir la victoria por aceleración en la misma recta de meta, puesto que la prueba no era puntuable para el campeonato del mundo FIM. Ray aceptó, pero su instinto luciferino no le permitió cumplir el pacto; mediada la carrera comenzó a girar a muerte. Literalmente.

La noche anterior, Ray Amm había recibido la hospitalidad de los padres de Claudio, mostrándose como un hombre cortés y cultivado, apasionado de la música clásica y de la ópera, en contraste con su fama de piloto arrojado y vitalista, que desprecia brutalmente el peligro. Su amigo Claudio "Fascinado por semejante ambivalencia y por su afectuosa mirada, me sentí morir con él aquel día y, en mi dolor, deseé poseer la omnipotencia para resucitarlo.", recuerda aquel niño que se hizo doctor en medicina y traumatólogo del Hospital de Bolonia.
William Raymond Amm había nacido en Salisbury el 10 de diciembre de 1927. Se inició en los speedway de dirt track, conservando para siempre el estilo peculiar de esta modalidad: era corriente verle estabilizar la moto en las tumbadas con el pie de la parte interna de la curva fuera del estribo, previendo o corrigiendo a patadas los deslizamientos. En 1951 se traslada a Gran Bretaña, donde, con dos viejas Norton y una caravana (que conduce su esposa Jill), muestra tales cualidades que enseguida se le ofrece un puesto en el equipo oficial, respaldando al as de ases Geoff Duke. Más tarde, con Duke pasado a la Gilera en 1953, Ray fue el piloto número uno de Norton, brillando especialmente en circunstancias difíciles, con lluvia o niebla, cuando compensaba con su habilidad y su valor la menor potencia de las Manx respecto de las multicilíndricas italianas.
Su palmarés en el exigente y selectivo Tourist Trophy de la Isla de Man será particularmente notable: en 1952 acaba en 3ª posición en la carrera Senior de 500 cm3 con su Norton (tras la Norton de Armstrong y la MV Agusta de Graham). Y luego ganará el Grand Prix de Italia, en Monza.

Y en 1953 logrará la victoria en las clases Junior y Senior del Tourist Trophy IoM (que entonces eran pruebas del campeonato mundial FIM) con las Noton Manx sin carenados, tras haber probado la variante aerodinámica Kneeler, que no se mostró competitiva (aunque lograría con ella la vuelta record de categoría 350 cm3 en la North West 200, 3 segundos más rápido que Geoff Duke). Hasta entonces, los pilotos que habían ganado las dos clases en un mismo TT se contaban con los dedos de una mano. El mérito añadido de Ray era que se trataba de su segundo contacto con tan especial circuito de más de 60 kilómetros, en el que la experiencia es imprescindible. En la carrera senior de 500 cm3 (que registró la muerte del gran Les Graham en la 2ª vuelta), Amm, tras sobrepasar a la Gilera del as Duke con su Norton superó también en 5 Km/h el mejor registro de vuelta rápida de Duke, dejándolo en 23 mn 15 s, a 156,76 Km/h.

El circuito de la Isla de Man sigue siendo igual de endiablado, como dicen que era Amm, pero los registros han seguido mejorando inverosímilmente. En la prueba de SuperBikes en el TT IoM 2013, que ganó Michael Dunlop con Honda, Cameron Donald, clasificado 2º, fue cronometrado a 307,3 Km/h en velocidad punta.

Y John McGuinness, clasificado 4º a pesar de una penalización, marcó una vuelta rápida a 211,33 Km/h.

Con la Kneeler Flying, también consiguió para Norton el record mundial de la hora (en Montlhéry, a 215,1 Km/h). El resto de la temporada se echó a perder tras una mala caída en la manga de 350 cm3 del Grand Prix de Francia, pero a pesar de ello, terminó clasificado 3º en el campeonato del mundo FIM 350 cm3 de 1953.

Con una Kneeler había logrado el record de la hora en Montlhéry 1953, batiendo el de Piero Taruffi, que databa de 1939.

Las Norton probaron una variedad de carenados en su esfuerzo por aumentar la velocidad máxima.

En 1954 tiene que retirarse de la prueba TT Junior 350 cm3 por una avería en la Norton, cuando ya había marcado la vuelta rápida record y se paseaba ampliamente en cabeza (ante la Moto Guzzi de Ken Kavanagh y la AJS de Rod Coleman, el final vencedor); pero se desquita venciendo con holgura en la Senior 500 cm3 por delante de Duke, a cuya Gilera aventaja en casi 1 minuto cuando, debido a las espantosas condiciones atmosféricas y climáticas en que se desarrollaba la carrera (niebla, lluvia, frío), los comisarios toman la decisión de suspenderla al final de la 4ª vuelta, con más de 240 Km recorridos, que Amm ha cubierto a 141,2 Km/h de media. También en esta ocasión se anotó la vuelta más rápida (144,54 Km/h).

En esta su última temporada con las Norton, Ray ganaría, además del TT Senior, el Grand Prix del Ulster en Dundrod y el de Alemania en Solitude, ambos en la categoría FIM 350 cm3. En total ganó 6 Grands Prix FIM.

Gracias a su espectacular y heterodoxo estilo suicida, Ray Amm se había ganado asimismo no sólo la admiración de los aficionados sino también el respeto de sus colegas, como Bob McIntyre (1928-1962).

En Suráfrica y Rhodesia se organizaría una serie de carreras motociclistas y automovilistas denominada Ray Amm Memorial Races.

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