Deportes

Un piloto de nivel internacional


Por Jorge Ternengo. Roberto Mieres, que largó 17 grandes premios por el campeonato del mundo durante la década de 1950, falleció en Uruguay, donde había vivido durante varios años.
Nacido el 3 diciembre 1924, en Mar del Plata (Provincia de Buenos Aires); tenía 23 años cuando tomó las carreras en 1947. Ganó por primera vez en un MG un evento organizado improvisadamente por sus amigos en una pista de su localidad.
Con numerosas victorias en su tierra natal en su haber, en su aparición en el Gran Premio de Rosario en 1950, con un coche Alfa Romeo de la pre-guerra, fue descubierto por Giuseppe Farina y Alberto Ascari, quienes lo aconsejaron a seguir su carrera en Europa.
A través de su amigo Harry Schell se convirtió en piloto de reserva para el equipo Gordini Grand Prix, en 1953, e hizo su debut en el campeonato mundial en el Gran Premio de Holanda de ese año.
Anotó puntos en siete de los 17 grandes premios que corrió con el Gordini T 16 y las Maserati A6GCM y 250F, con tres 4° puestos como los mejores resultados.
La campaña de 1954 fue su mejor momento, cuando obtuvo dos de esos cuartos lugares en Suiza y en España, además de la sexta posición en Silverstone. Regresó a Argentina al final de la temporada de 1955, año en que también participó en las 24 Horas de Le Mans. Después corrió con otros autos deportivos para el resto de su carrera.
Fascinado por los deportes, después de concluir las actividades conductivas, Mieres volvió su atención a la náutica y representó a Argentina en los Juegos Olímpicos de 1960 en Roma.









Bitito Mieres: El personaje irrepetible





Tiene 80 años de edad y empezó a correr en 1947 con un MG TC, en el viejo circuito de tierra de la UMA en San Justo y, oficialmente, al año siguiente con un Mercedes Benz en el Tigre. El año último corrió una prueba para autos clásicos, como preliminar del GP de Mónaco por el campeonato mundial, y lo hace habitualmente en las Mil Millas de Bariloche, con su Vauxhall 1926.
Ahora se pone todo más complicado.
Bitito se sumó a los argentinos que en 1949 fueron a correr a Europa: Fangio, González, Pinocho Marimón, Benedicto Campos, Alfredo Pian y Clemar Bucci. Pero ese mismo año, con un Alfa, se clasifica 2º en Mar del Plata -su ciudad natal- y 4º con una Bugatti en Córdoba. En 1950 corre aquí, en Europa y aquí nuevamente. Con Maserati es 6º en Aix-Les-Bains y 4º en Ginebra. En el 51 corrió en la Costanera cuando vinieron los norteamericanos y arrasaron con los Allard-Cadillac. Poco después ganó con el Alfa en Mar del Plata. En el año siguiente es dos veces 2º, con la Bugatti en al Autódromo.
En 1953 corre una sola en Buenos Aires con el Alfa, y viaja a Europa donde comienza a correr en el milagroso equipo de Amadée Gordini. Es 8º en Burdeos y abandona en Le Mans, en pareja con Jean Behra. Siempre con los diminutos Gordinis es 2º en Boubaix, abandona en Holanda, es 4º en Albi, abandona en Reims, es 3º en Caen, 6º en Italia y también 6º en el Premio Supercortemaggiore, esta vez con una Ferrari 225, 2.7. En 1954 sigue corriendo aquí y allá.









Cuatro en el autódromo y cuando va a Europa gana en Albi con un DB Monomill. Allí mejora la cosa. Pasa al equipo oficial Maserati: 3º en Pau, 4º en Silverstone, Berna y España, 6º en Inglaterra y abandona en Bari, Francia y Caen.
En 1954, ve con tremendo pesar la muerte de Pinocho Marimón en el Nurburgring y termina la temporada con dos 4º puestos en Suiza y España, siempre con la grandiosa Maserati 250F. Al comienzo de año había abandonado en los Mil Kilómetros de Argentina con un Aston Martin DB3S. El año siguiente lo inicia con la temporada en Buenos Aires y termina 5º la carrera "del Calor" y es el único piloto -además de Fangio-, que ganó en aguantar toda la carrera. En Europa corre una Lancia y es 2º en Torino, detrás del gran Alberto Ascari y 3º en Pau y Bordeaux. Ya con Maserati y otra vez por el campeonato mundial, abandona en Mónaco, es 5º en Bélgica y 4º en Holanda. Al final de la temporada se clasifica 7º en Monza y termina 8º en el campeonato.
Mieres fue espectador del desastre de Le Mans 55, cuando se detuvo en su box con la Maserati 300S que compartía con Cesare Perdisa. Y en 1956 no viaja a Europa y corre la regata Buenos Aires - Rio de Janeiro. En 1957 corre para la Ecurie Ecosse con un Jaguar D y en relevo con Ninian Sanderson los Mil Kilólemetros en la Costanera donde termina 4º.
Cuando en 1957 vuelve a Europa, Maserati ya no tenía lugar en el equipo, teniendo en cuenta que no había corrido en 1956. En 1958 forma parte del equipo Porsche, junto con Edgar Barth, con un RS1500. Gana su clase y es 5º en la general en 1959. Con un RSKs, con Pedro von Dory abandonan en las 12 Horas de Sebring.
En 1961, con un Ferrari-Corvette, gana en Córdoba y en los dos años siguientes pasa a los Grandes Premios de Turismo Mejorado corriendo con Volvo 544 y 122. Deja los autos y se dedica al yachting, su otra gran pasión. Pero llegando a los 70 años de edad, vuelve a correr. Y sigue todavía cuando en el Sur se hacen las Mil Millas Históricas del Club de Automóviles Sport, con su Vauxhall 1926.
Y, como señalé al comienzo, esto es lo más simple de contar. Es lo estadístico, porque considero que en la actualidad debe haber mucha gente que no sabe bien quién es Bitito Mieres. Lo peor es que para poder contar su vida alrededor del deporte mecánico haría falta un libro de muchos tomos. Bitito es uno de los personajes más singulares de nuestro automovilismo, dueño de un idioma absolutamente particular y con una forma de vivir muy divertida y llena de anécdotas y hechos insólitos. Pasó todas las épocas: desde la Biela a los autos Sport de verdad; de allí a la Fórmula 1 como piloto oficial Maserati; a los Juegos Olímpicos, a las carreras de ruta, a correr Monaco Vintage a los 80 años de edad…¿Qué más?.
Esto es sólo un sobrevuelo sobre la historia de un personaje irrepetible.


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