En el día de ayer falleció el actor y maestro mimo Ángel Elizondo. Su hija confirmó que el deceso se produjo a las 11.20 de esa mañana.
En 9164 fundó la primera Escuela Argentina de Mimo, aunque su trayectoria es más amplia y más completa. Criado en un pequeño pueblo del valle de Lerma, en la provincia de Salta, su primer encuentro con el teatro fue en una carpa de circo: "No eran las destrezas lo que me interesaban sino el dramón que representaban después", rememora en una entrevista con Página/12, al tiempo que admite que tal vez eran malísimas aquellas versiones de El rosal de las ruinas, de Belisario Roldán, y de Flor de durazno, de Hugo Wast, que sin embargo "volvía a ver cada vez que podía". Es que, tal como él mismo explica, no había tradición teatral en aquella época: las posibilidades de hacer arte en Salta estaban sólo ligadas a la música, la poesía y el canto. Así fue como tuvo por amigos a los hermanos Abalos, a Aráoz Anzoátegui, al Cuchi Leguizamón. Pero si bien no se le daba por escribir, al menos el futuro mimo recitaba poesía y, de mayorcito, armaba con otros un tablado frente a la municipalidad para representar textos de Florencio Sánchez y Roberto Arlt.
Bajo la dirección de Ángel Elizondo, desde el año 1965 la Compañía Argentina de Mimo desarrolló veintiún espectáculos completos, además de otras actividades, colaboraciones y pequeñas obras.
Elizondo realizó trabajos experimentales en los Hospitales Neuropsiquiátricos Borda y Moyano con el Dr. Jaime Rojas Bermúdez. Fue invitado a numerosos encuentros y congresos de psicodrama, psicoterapia, psicología o psiquiatría. Enseñó en la Asociación Argentina de Psicodrama y Grupo de Psicoterapia de Buenos Aires y La Plata, como asimismo en la Escuela Nacional de Arte Dramático, Escuela de Teatro Bahía Blanca, Escuela Superior de Danza La Plata, Escuela Nacional de Teatro del Perú, etc.