El ministro de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti cuestionó abiertamente al presidente del cuerpo, Horacio Rosatti, tras las expresiones formuladas en las últimas horas en la Universidad de Lomas de Zamora, que aludieron a un llamado a la unidad nacional, en línea con el discurso del candidato a presidente Sergio Massa. “Debemos respetar la política partidaria tanto como es exigible que se respete la independencia judicial”, sostuvo y advirtió que el “‘populismo judicial’, que es cambiar según sopla el viento, es inapropiado como modelo judicial”.
“Si la impresión de los ciudadanos es que la Corte tiene una inclinación partidaria, pierde totalmente su credibilidad”, dijo Lorenzetti. También advirtió “a pesar de que el presidente debería representar a la institución con acuerdo previo, no es el caso y no la representa”. En sus palabras, “los jueces deben abstenerse de opinar, sugerir o dar la impresión de que hay alguna inclinación que afecta su imparcialidad”
Bajo un escrito que comienza diciendo “estimados colegas” y llamando a aprobar una acordada en sintonía con el Código de Ética Iberoamericano, Lorenzetti apuntó precisamente a las palabras de Rosatti, y señaló que su mensaje “evidencia una actitud deliberada de hacer saber su esa opinión, razón por la cual no puede haber dudas de la intención de mostrar una postura respecto del proceso electoral en curso”.
Ayer, Rosatti habló de la coyuntura política que atraviesa la Argentina, cuestionó “el canto de las sirenas” y deseó que “la etapa que se inaugura ahora nos marque un camino de unidad”. Sus palabras fueron leídas como un apoyo al massismo.
“Esa postura de inclinación hacia un sector, que va cambiando según los tiempos, se ha repetido y por eso estimo que ha llegado el momento de expresar un criterio, porque no se puede volver tolerable lo que según el derecho debiera ser intolerable. Por otra parte, la gobernabilidad política es extremadamente compleja en el mundo actual y no es un ejercicio que se pueda hacer en los ratos libres. Debemos respetar la política partidaria tanto como es exigible que se respete la independencia judicial”, afirmó.
Lorenzetti aseguró que “en particular” las declaraciones de Rosatti “no fueron consensuadas por la Corte Suprema, y por lo tanto es necesario aclarar que, a pesar de que el presidente debería representar a la institución con acuerdo previo, no es el caso y no la representa”.
“La repercusión de estas declaraciones ha sido profundamente negativa”, dijo Lorenzetti y añadió: “existen mensajes de mucha preocupación tanto desde el interior de esta Corte Suprema, como del resto del Poder Judicial, así como de diversos sectores de la población que han publicado sus opiniones”
“En diarios se publicaron esas declaraciones entendiendo lo que se debe entender, tanto por el texto, el mensaje subliminal y el lugar en el que se produjeron. En medios radiales un periodista ha dicho que es “deplorable” esa parcialidad y que sólo le faltó decir ‘viva Perón’. Otro periodista dijo que no cae muy bien que un juez de la Corte haga un ‘guiño’ a un candidato. En debates periodísticos televisivos se reprodujeron opiniones, todas en el mismo sentido: llama la atención”, afirmó.
El juez señaló que tras esas expresiones “circulan mensajes en las redes expresando descalificación por esta conducta” y ejemplificó: “la Corte inventó el concepto de panqueque jurídico”; “Rosatti pasó de ser ministro K, a ser anti K, y ahora pro K”; “Rosatti se dio vuelta en menos de 24 hs”; “Rosatti cambió dos veces su voto en el 2x1; no me extraña que ahora cambie”, “La corte quiere congraciarse con el ganador”.
“Estamos en un momento difícil, tanto en el país como en el mundo, y los poderes judiciales tienen un rol importantísimo en relación con las personas que sufren sin esperanza, en sociedades divididas. Hay varios ejemplos internacionales de Tribunales que, apartándose de su función, se inclinaron hacia un sector, y se desprestigiaron. La imparcialidad respeto de las diferentes visiones e intereses, es la principal garantía republicana que una Corte Suprema debe sostener. Si la impresión de los ciudadanos es que la Corte tiene una inclinación partidaria, pierde totalmente su credibilidad”, dijo.
Según resaltó, “los jueces deben abstenerse de opinar, sugerir o dar la impresión de que hay alguna inclinación que afecta su imparcialidad. Violar esta regla significa estar muy lejos del estándar mínimo de seriedad, independencia e imparcialidad que se requiere en la Corte Suprema. El “populismo judicial”, que es cambiar según sopla el viento, es inapropiado como modelo judicial”.
En ese marco, Lorenzetti destacó que “el Código de Ética Iberoamericano exige imparcialidad, moderación y prohíbe participar en actividades política”. Y afirmó que “por esta razón es que la Corte debe dictar una acordada que lo adopte con la finalidad de prevenir este tipo de conductas, y demostrar ejemplaridad en este aspecto, como una extensión de los deberes que impone la ley 25.188 de ética en la función pública”.
Fuente: Infobae